Alien, el octavo pasajero (Alien, 1979) es una película de terror y de ciencia ficción. Aunque algunos prefieren decir que es una película de suspense y otros, por su parte, la tienen, simplemente, como una película de culto.
Sea como sea, y como tú prefieras definirla, se puede decir que Alien es una de las películas más importantes e influyentes de su época. También, para qué negarlo, un antes y un después en la filmografía de Ridley Scott. Y, por último, el comienzo de una de las sagas más míticas que ha dado el cine norteamericano. Pero todo esto lo vamos a ir desgranando a continuación.
Qué nos cuenta Alien, el octavo pasajero
Esta película transcurre en el interior de una nave, Nostromo, en la que los siete tripulantes están en sueño criogénico durante el viaje de regreso a la Tierra tras una misión espacial. Pero, antes de que puedan terminar su viaje, el ordenador central de la nave los despierta porque ha detectado una señal de socorro en un planeta que, supuestamente, está deshabitado. Así que allí se dirigen, para investigar lo que sucede.
Pero, al llegar allí, descubren que solo hay una nave alienígena abandonada desde hace tiempo con su piloto fosilizado y que la señal que emitía era de advertencia, no de socorro. Y es que, en esa nave, hay una gran cantidad de huevos, y de uno se desprende una larva que se adhiere al casco de uno de ellos.
A partir de aquí, comienza la verdadera lucha de los tripulantes contra ese agente externo y desconocido, cuyas características le hacen extremadamente peligroso, casi como una amenaza para la humanidad por completo.
Alien, entre la ciencia ficción y el terror
Como decía al principio, el debate sobre a qué género pertenece Alien es algo que está presente entre grupos de cinéfilos. Personalmente, considero que encaja bien en los dos, sin primar uno sobre el otro, aunque también entiendo los argumentos que matizan que se le puede considerar más una película de suspense, ya que hay más tensión que de auténtico horror en ella.
Muchos de los elementos que sirven en la trama para situar al espectador, como ese interior de la nave, tan claustrofóbico y aislado del exterior, o la extraña criatura que amenaza, han sido clásicos y habituales en el cine de suspense y terror más clásico. Esto es algo innegable y que para muchos se convierte en innegociable.
Pero, claro está, el concepto de criatura extraña no puede hacer más que llevarnos a los géneros de la fantasía o la ciencia ficción. Aquí no estamos ante un loco, un terrorista o un asesino en serie, sino que partimos de una situación que, con la tecnología actual, se nos antoja realmente lejana, por no decir imposible. Éste es el motivo principal por el que, si me tengo que decantar por una definición, yo prefiero decir que es primero ciencia ficción y luego, muy de cerca, terror.
Lo que se pensaba y lo que se logró
El guion de Alien, el octavo pasajero se recibió con mucho escepticismo en la 20th Century Fox. En un principio, no se tenía demasiada fe en que esto pudiera funcionar. Pero, con el tremendo éxito que motivó el estreno de La guerra de las galaxias (Star Wars. George Lucas, 1977), se animaron a lanzar su propia historia de ciencia ficción espacial.
El mayor prejuicio que había en aquelllos años era, realmente, que la ciencia ficción se veía muy asociada a historias de bajo perfil, a películas de bajo presupuesto y, con alguna excepción, como 2001: Una odisea del espacio o la mencionada La guerra de las galaxias, a producciones con poca ambición y alcance.
Pero Ridley Scott sí que tenía en mente algo de más nivel y exigencia. De hecho, además de una trama más consistente que las películas de ciencia ficción medias, también logró una presencia visual mucho más potente, con unos efectos y un xenomorfo prácticamente inmortales, y una banda sonora de Jerry Goldsmith inolvidable.
En lo que se refiere al reparto, qué vamos a decir. Son míticos esos nombres de John Hurt o Harry Dean Stanton, pero mucho más lo es el de Sigourney Weaver, sobre todo en lo que se refiere a esta saga, de la que no se puede despegar.
Recepción y crítica de Alien
El presupuesto asignado inicialmente era de poco más de 4 millones de dólares, algo que acabo subiendo hasta casi el doble. Pero, incluso con este sobrecoste, solo en la taquilla local ya se conseguiría recuperar lo invertido por hasta casi diez veces.
No hay que decir que, con tales números, la carrera de Ridley Scott se vio impulsada. El buen papel de Los duelistas (The Duelists), estrenada dos años antes, se vio confirmado con Alien y, poco después, Scott tocó el cielo con su Blade Runner.
También la propia historia se vio confirmada como de un gran interés y potencial. En 1986, James Cameron dirigiría Aliens: el regreso (Aliens), segunda parte de la saga que consiguió mantener el listón muy alto y, ya años más tarde, Fincher nos traería Alien³ (1992) y Jean-Pierre Jeunet haría lo propio con Alien: Resurrección (Alien Resurrection, 1997).
Después de esto, la saga de Alien se ha visto aumentada con multitud de cortos, precuelas, etc. Algunas, por desgracia, tremendamente olvidables y de las que solo se salvan algunos aspectos visuales, ya que sus guiones carecen de la más mínima coherencia. Pero esto es otra guerra y, hoy en día, es preferible recordar lo mejor de una saga que, por mérito propio, tiene su rincón de culto en la cinefilia de mucha gente.
Muy bien la reseña, te engancha si sos uno de los afortunados de este mundo que todavía no vió alien.
Afortunados porque todavía tienen por delante la experiencia de ver alien por primera vez.
Siempre quede muy impresionado con John Hurt, la ví cuando era muy chico, y de grande busque sus películas y seguí su carrera.
Ridley Scott es un fuera de serie y maestro total
Gracias por recordarme esta peli que en lo que va de mi vida la Vi como 20 veces jeje