El cine épico de fantasía tuvo su apogeo en la década de los 80 y una de las películas más culpables de esto fue Conan el bárbaro (Conan the Barbarian. John Milius, 1982). Protagonizada por el Arnold Schwarzenegger más forzudo y bronceado de su filmografía y un James Earl Jones más grande y asilvestrado que nunca, Conan, el bárbaro se puede definir como una acertada traslación de un cómic a la gran pantalla, a través de las palabras de Oliver Stone, pero también como muchas otras cosas más.
Y es que, aunque muchos puedan tener una imagen de Conan, el bárbaro que les remita a un cine superficial, de puro entretenimiento y con poca profundidad, no solo no es así, sino que se pueden extraer muchas otras conclusiones después de un visionado atento y actual.
La historia de Conan el bárbaro
Conan es el hijo de un jefe tribal en una época antigua. Pero a su padre, y a toda la tribu, los masacran y él solo consigue sobrevivir como esclavo y luchador gracias a su privilegiada fortaleza.
Esta fortaleza es tanto física como mental. Es la primera la que parece lucir más, sobre todo a la hora de manejar la espada y enfrentarse a todos los enemigos que se le ponen por delante. Pero, la que le hace brillar y triunfar es la segunda, la fortaleza mental, porque el auténtico objetivo de Conan es vengarse de la muerte de su familia y de toda su tribu.
Y esto es realmente lo que hace avanzar la película. El progreso de Conan, desde ese niño Jorge Sanz hasta ese adulto Arnold Schwarzenegger, es solo el primer paso de una carrera que, como suele suceder en este tipo de películas, consiste en la superación de distintos obstáculos, a cada cual más exigente, hasta el culmen final…
Las críticas y la defensa a Conan el bárbaro
El cine de acción y violencia de los ochenta se puede recordar como un cine bastante crudo, en el que los límites de lo que se mostraba en pantalla no eran demasiado cortos. No es que hoy no tengamos sangre en la pantalla, sobre todo con algún director al que le fascina hasta puntos exagerados, pero sí que es cierto que el salto adelante que se dio en este sentido entre los setenta y los primeros ochenta fue brusco e impactó a gran parte de la audiencia más clásica.
Ésta fue una de las críticas más persistentes hacia Conan el bárbaro. Su inusitada violencia, en la que no se escatimaban detalles bastante duros para lo que mucha gente estaba acostumbrada. Pero, todo hay que decirlo, también era algo que se venía demandando y que no hizo sino acrecentar el interés y la atracción por esta película.
Millius, por su parte, tenía respuesta y justificación para todo. Lo primero, argumentando que tal crudeza en las imágenes era solo el reflejo honesto de una época brutal, que era en la que se ambientaba la película. Pero, también, para concienciar de los horrores de aquellos años y de las guerras y barbaries producidas a lo largo de la historia.
Tampoco le faltaron palabras para defender el arco del personaje protagonista, explicando que la evolución de Conan, desde un niño y joven bastante salvaje hasta el adulto más juicioso del final, era otro factor positivo de la película. Y, por supuesto, esa crítica velada hacia las sectas y los movimientos religiosos extremos, que por aquellos años resultaban temas delicados por acontecimientos como los del movimiento Osho o los de la secta Templo del pueblo, del reverendo Jim Jones.
El salto a la fama de Arnold Schwarzenegger
Tal vez llegó en el momento adecuado al lugar adecuado. Schwarzenegger, con su mejor punto físico y con un papel como éste, en el que los músculos y la fuerza eran vitales, se vio casi instantáneamente como una estrella. Y lo supo aprovechar, no cabe ninguna duda.
Aunque había tenido algún trabajo menor en otras producciones anteriores, éste era su primer papel como protagonista y fue solo el inicio de una carrera que, durante los 80 y los 90, consiguió situarlo como una de las mayores estrellas del cine comercial de Hollywood. De hecho, él mismo considera esta película como un regalo de Dios, por lo que supuso en su filmografía.
Algunas de las películas de Schwarzenegger durante estas décadas están consideradas hoy como clásicos del cine de acción y entretenimiento. Muchas de ellas sirvieron para aficionar a miles de cinéfilos que, tanto en el cine como en los videoclubs, se agolpaban para ver escenas repletas de riesgo y violencia.
Público y crítica de Conan el bárbaro
La recepción en taquilla de Conan el bárbaro fue bastante positiva. Al igual que le sucedió a Schwarzenegger en lo que respecta a su situación personal y al papel, la película también parece que llegó en el momento oportuno. El cine épico y fantástico comenzaba a ponerse de moda y a atraer a un montón de público, y ésta cinta es muy representativa de ese género.
Considerando solo la recaudación en su país de origen, las ganancias fueron notables, pero a nivel mundial se dispararon, hasta casi cuadruplicar el presupuesto de rodaje. Obviamente, estas cifras habrán crecido a posteriori, gracias a los mercados caseros, televisiones, etc.
Secuelas y demás
Como cabía esperar, este tremendo éxito hizo que Conan el bárbaro tuviera una secuela un par de años después, titulada Conan el destructor (Conan the Destructor. Richard Fleischer, 1984). Hay que decir que no alcanzó el éxito ni la calidad de la primera, pero sigue siendo una película bastante disfrutable, sobre todo para esos grandes seguidores.
No se puede decir ya tanto de la tercera entrega, que más que una secuela es un spin-off, y que lleva el título de El guerrero rojo (Red Sonja. Richard Fleischer, 1985). Y tampoco el remake de la original, realizado en 2011, con Jason Momoa como protagonista pudo alcanzar ese reconocimiento. Aunque, para ser justos, esta última tiene su legión de fieles defensores.
En definitiva, podemos decir que Conan el bárbaro es una de las películas que marcaron un estilo en los años 80 y que sigue siendo de las más representativas y queridas de aquellos años. De hecho, no ha envejecido nada mal y todavía supone un bonito entretenimiento para muchos de los que la disfrutamos antaño o para los que aún no lo han hecho.
También puedes encontrar aquí otras reseñas sobre películas con Arnold Schwarzenegger.
Deja una respuesta