Demolition Man es una de esas películas que no deja indiferente. A algunas personas no les gusta nada, les parece un film vacío de acción y palabrería barata. A otras, entre las que me incluyo –y, creo, se incluye mucha gente–, nos parece una película extremadamente entretenida y, además, la muestra casi perfecta del cine de acción sin complejos que reinó allá por los años 80 y 90 del siglo pasado.
Con esta última frase, tengo una razón más que suficiente para recordarla y escribir sobre ella. Pero creo no es la única, y voy a tratar de repasarlas todas a continuación.
¿De qué va Demolition Man?
Demolition Man cuenta la historia de John Spartan (Sylvester Stallone), un policía del siglo XX conocido por sus métodos extremos para impartir justicia. Condenado por una de sus actuaciones policiales, es congelado criogénicamente y revivido en el año 2032, cuando su archienemigo Simon Phoenix (Wesley Snipes) reaparece en la ciudad de San Ángeles y comienza a destrozarla.
Spartan se despierta en un futuro que prácticamente no reconoce, ya que todo lo que hay a su alrededor le parece de ciencia ficción y, sobre todo, la sociedad está dominada por un buenismo y una corrección política que, para alguien de los años 90, resultan extremadamente extraños.
Además de Stallone y Snipes, había otros rostros conocidos. Sobre todo, Sandra Bullock, una de las actrices más queridas del Hollywood noventero, y Rob Schneider, rostro popular por la cantidad de comedias que ha protagonizado en estos años. Por último, decir que el director de Demolition Man, el entonces debutante Marco Brambilla, apenas ha aparecido en otros proyectos y ninguno de tanto éxito como éste.
¿Por qué merece la pena Demolition Man?
Como ya he dicho, la percepción general que tiene parte del público sobre Demolition Man se limita a describirla como un film de poca calidad, sin interés y solo apto para ratos de entretenimiento o poca exigencia cinematográfica. Pero, más allá de que las películas así de disfrutables son muy meritorias, también hay otras cuestiones importantes. Y no me refiero a la nostalgia.
En primer lugar, la visión del futuro que propone Demolition Man es muy intrigante. Lo era, mejor dicho, porque muchas de las cosas que anticipó hace treinta años ya están aquí. Y eso que no hemos llegado aún a 2032.
La sociedad que habita en San Ángeles está completamente sometida al control público y a unas leyes muy estrictas. Esto tiene su lado positivo, ya que se ha eliminado la delincuencia y la vida de las personas resulta cómoda y segura. Pero, a cambio, se ha restringido la libertad personal y la expresión individual. Para alguien que ha vivido décadas antes, las relaciones sociales y el comportamiento de las personas en general parecen muy artificiales, de plástico. Como si nos criaran en un invernadero, sin posibilidad de respirar un aire o ver un cielo de verdad.
A través de este marco, Demolition Man plantea unas cuestiones muy interesantes acerca del papel que tiene el gobierno y hasta qué punto puede o debe interferir en la privacidad de las personas. Y lo hace, acertadamente, mostrando cómo los avances tecnológicos ayudan a este control y vigilancia, hasta el punto de que uno pierde su intimidad y la posibilidad de algo tan espontáneo como decir una palabrota. Sí, da miedo pensar cuánto hemos avanzado en ese camino desde aquellos noventa hasta la actualidad. Aunque, de momento, todavía nos dejan soltar cagamentos y blasfemar si nos brota…
El impacto de Demolition Man en el público
Desde su estreno, a finales de 1993 en Estados Unidos y a principios de 1994 en Europa, Demolition Man consiguió hacerse un buen hueco en el corazón del público e incluso era habitual escuchar frases y expresiones de sus diálogos en conversaciones reales.
También se ha hecho referencia a la película y se ha parodiado en otras obras, como episodios de Los Simpson, South Park y Padre de familia. La tecnología futurista de la película, en particular los coches autónomos y las videollamadas, también ha inspirado inventos del mundo real.
Además de su impacto en la cultura popular, Demolition Man también ha sido rehecha y adaptada de diversas formas. En 2018, se lanzó una serie de cómics basada en la película, que ampliaba el universo y los personajes de la película. Y, en 2020, se rumoreó que se estaba desarrollando una secuela de la película, con los miembros del reparto original Sylvester Stallone y Wesley Snipes unidos para repetir sus papeles.
En general, Demolition Man ha tenido un legado duradero y un significado cultural que se extiende mucho más allá de su estreno inicial. Su influencia en la cultura popular y su continua relevancia en los debates contemporáneos sobre tecnología y sociedad son testimonio de su atractivo y relevancia duraderos. De hecho, son frecuentes las bromas y referencias a aspectos como las hamburguesas de rata o, especialmente, al uso de las tres conchas en lugar de papel higiénico.
Recepción y crítica de Demolition Man
Cuando Demolition Man se estrenó en 1993, recibió críticas dispares. Es normal, ya que, para mucha gente la película era un entretenimiento superficial de tono humorístico, mientras que para otros reflejaba un comentario social premonitorio. Sea como fuere, y más allá de la prensa especializada y parte de la crítica, Demolition Man fue todo un éxito comercial, con una cifra de recaudación cercana a los 160 millones de dólares, lo que suponía un margen de beneficio de más de 100 millones con respecto al presupuesto invertido en la película.
Con el tiempo, Demolition Man ha desarrollado un culto entre los aficionados a la ciencia ficción y las películas de acción. Esto tiene, si cabe, más mérito después de unos años en los que su género había alcanzado ya una cima difícilmente igualable, con títulos como Robocop, las primeras entregas de Terminator o la maravillosa Desafío total.
En definitiva, creo que Demolition Man es una película que merece la pena seguir viendo. Sus críticas sociales tienen una perspectiva muy diferente hoy en día, y es muy interesante verla con los ojos actuales en ese sentido. Pero, además, su cualidad principal, que era la de servir como película de acción, humor y entretenimiento, no ha perdido un ápice de fuerza.
Si tú también eres fan de Demolition Man o, al contrario, no la soportas, te agradezco que hayas llegado hasta aquí y te invito a que dejes tus comentarios o protestas o me escribas a mi cuenta de Twitter, donde suelo dejar siempre contenidos como este y otros relacionados con el cine y la tele.
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