Si la semana pasada nos adentrábamos en el cine independiente de los 90, esta semana vamos a alejarnos una década más y profundizar en películas independientes de los 80.
Ésta no fue una década tan prolífica ni tan variada en el mundo del cine outsider como su sucesora, pero también tuvo sus títulos significativos e interesantes que muchos de vosotros, si no los conocéis aún, podéis disfrutar. Fue la década en la que surgieron los Coen, con Sangre Fácil, o en la que Jim Jarmusch se reivindicó como un director de referencia con títulos como Down by Law.
Por estas razones, y muchas otras, vamos aquí con diez películas independientes de los 80 que no te puedes perder.
Polyester (John Waters, 1981)
John Waters tras la cámara, y Divine delante de ella. Ya nos podemos hacer una idea de por dónde pueden ir los tiros en esta comedia negra sobre una familia opuesta a lo modélico. Un cine porno, un hijo drogadicto, una hija ninfómana, etc. Si no hay demasiados escrúpulos morales alrededor, una película muy divertida.
Posesión infernal (The Evil Dead. Sam Raimi, 1981)
La película que abrió la famosa trilogía de Raimi, y que dio lugar a un estilo propio y alabado dentro del cine fantástico y de terror. Toda una película de culto que ya triunfó en el festival de Sitges hace más de tres décadas y que sigue estando presente en las listas de los aficionados al cine más peculiar y de culto.
El hermano de otro planeta (The Brother From Another Planet. John Sayles, 1984)
Una cinta muy ochentera y muy poco conocida sobre un extraterrestre al que llaman “el hermano” y que sobrevive en Nueva York reparando máquinas de videojuegos mientras los omnipresentes hombres de negro le buscan. Una comedia de ciencia ficción con tintes de drama social que entretiene más de lo que parece y una de las películas independientes de los 80 que más nos gustan por aquí.
Henry: retrato de un asesino (Henry: Portrait of a Serial Killer. John McNaughton, 1986)
Una película de terror sobre un asesino en serie que empieza a matar ya desde joven y, al salir de la cárcel, lo continúa haciendo acompañado de su novia, tan psicópata como él. Lo impactante y lo duro de sus imágenes, a lo que ayuda el poco presupuesto, han hecho de esta cinta un título de culto con todas las letras.
Casa de juegos (House of Games. David Mamet, 1987)
La primera película de Mamet trata sobre una psicóloga y escritora de mucho éxito con ganas de unas aventuras que, realmente no corresponden con su estilo de vida ni su estatus. Pero el morbo le puede y se ve inmersa en un mundo de estafas y gángsters del que no consigue salir. Muy interesante, sobre todo por ese universo oscuro y atrayente en el que nos sumergimos.
Withnail y yo (Withnail and I. Bruce Robinson, 1987)
Ya hemos hablado aquí de esta película tan original sobre dos actores que las pasan canutas para salir adelante en el duro invierno rural de Inglaterra. Personajes únicos que no podremos olvidar, sobre todo el gran Withnail. Y producida por George Harrison, que también le da su interés a la cinta.
Mal gusto (Bad Taste. Peter Jackson, 1987)
Antes de dedicarse a las grandes, enormes, gigantes producciones, el neozelandés hacía las delicias de más de uno con títulos tan locos como éste, en el que unos extraterrestres buscan carne humana para un local de comida rápida intergaláctica.
Drugstore Cowboy (Gus Van Sant, 1989)
Aquí las cosas se ponen serias, y huimos de los toques cómicos que hasta ahora pululaban por los títulos anteriores. Van Sant, nos presenta este drama protagonizado por Matt Dillon, acerca del mundo de las drogas, la delincuencia, y lo duro que es salir de ese círculo vicioso. Una gran película, aunque ahora parezca un pelín anticuada.
Sexo, mentiras y cintas de vídeo (Sex, Lies and Videotapes. Steven Soderbergh, 1989)
Una película de referencia para el cine independiente norteamericano de finales de los ochenta que, además, se ha convertido en todo un título de culto. Una trama original sobre líos amorosos y hecha con cuatro perras. Supuso el salto a la fama de su director, ahora considerado uno de los más influyentes del panorama cinematográfico.
Aquí puedes leer nuestra reseña sobre Sexo, mentiras y cintas de vídeo, una de las películas independientes de los 80 por excelencia.
Haz lo que debas (Do The Right Thing. Spike Lee, 1989)
La cinta que le proporcionó la fama a Lee. Es muy ochentera, de principio a fin, y de arriba abajo. Tal vez no haya envejecido del todo bien, pero sigue siendo muy interesante un visionado a través de sus imágenes para contemplar cómo era el cine de esa época adentrándose en un barrio de Brooklyn y la gente que lo habita. Si no fuera tan de su director, habría salido Bill Cosby con sus jerseys.
¿Qué otras películas independientes de los 80 te gustan a ti?
Puede que hayas echado un vistazo a la lista y eches en falta alguna de tus películas independientes de los 80 favoritas. Si es así, háznoslo saber a través de los comentarios, para aumentar nuestra bonita lista de recomendaciones independientes ochenteras.
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