El profesional (Lèon)

El profesional (Lèon) es una película francesa dirigida por Luc Besson en 1994 y protagonizada por Jean Reno, Natalie Portman y Gary Oldman. Supuso el debut en la gran pantalla de una, por entonces jovencísima, Natalia Portman que, actualmente, ha alcanzado el nivel de gran estrella, como los dos actores que comparten escena con ella aquí.

Y es que tanto Jean Reno como Gary Oldman son dos de esos actores reputados, talentosos y exitosos comercialmente, pero, por desgracia, poco reconocidos por parte de la crítica y de los premios.

Aquí demuestran, en un mano a mano genial, las mejores armas de cada uno; Reno interpreta a Lèon, un asesino profesional que sin pretenderlo tiene que hacerse cargo de Mathilda (Portman), una niña que ha visto como unos agentes corruptos han asesinado a toda su familia. Precisamente, el líder de estos policías es Stansfield (Oldman) que, a pesar de ser el malo de la película, tiene unos puntos muy interesantes.

Obviamente, lo que más impacta en el espectador es la relación entre una niña aparentemente dulce, pero endurecida por las circunstancias que le ha tocado vivir, y un hombre aparantemente duro, pero que muestra su lado más comprensivo y tierno al lado de esa niña. No hay que imaginarse, en cambio, una historia excesivamente edulcorada, porque no lo es. Pero lo que puede parecer complicado de entender, que es esa convivencia entre una historia más dramática y sentimental y otra historia de pura acción y violencia, se vuelve sencillo en el momento de verlo y disfrutarlo en pantalla.

Este equilibrio de El profesional (Lèon) es lo que hace de una historia aparentemente pobre una de las películas más brillantes de su época, sobre todo en el escenario europeo, compitiendo directamente con títulos producidos en Hollywood y consiguiendo unas excelentes cifras de recaudación, a pesar de que su presupuesto no fuera precisamente escaso.

Con el paso de los años, el prestigio de El profesional (Lèon) se ha mantenido firme, con esos dos imponentes y fríos hombres junto a la dulce Mathilda, cuyo rostro, prestado por una Portman preadolescente, se ha convertido también en imagen de culto y referencia para los cinéfilos que crecieron en esa época.

En conclusión, El profesional (Lèon) es una película que no debe caer en el olvido y que merece una buena y tranquila revisión de cuando en cuando, aunque sea una tarde primaveral y aburrida en la que se buscan cosas en la televisión y aparece Mathilda por ahí. En serio, no es una simple película de acción.