Golpe en la pequeña China (Big Trouble in Little China) es una de esas películas que trasladan irremediablemente a una época y a un contexto. No se puede negar. Solo con ver la carátula de Golpe en la pequeña China, con un Kurt Russell resplandeciente arma en mano, uno viaja al pasado incluso con los ojos abiertos.
Porque ésta es una de esas pelis ochenteras tan propias de esos años que muchos recordamos por haberla descubierto en el videoclub, no sé si en Beta o en VHS, pero sí un tiempo después de su estreno en el cine.
Dirigida por John Carpenter, Golpe en la pequeña China puede parecer un clásico menor dentro de su filmografía, muchas veces a la sombra de otras como Asalto a la comisaría del Distrito 13 o La cosa. Bien es cierto que, sin renunciar al ánimo principal de entretener al espectador, Carpenter juega aquí con un tono un poco más juvenil y divertido, alejándose de los toques de suspense y terror que tan bien maneja y prefiriendo la acción y el humor.
Y esto es, precisamente, por lo que muchos la siguen disfrutando hoy en día, porque sigue cumpliendo con su función de divertir y entretener, cosa que no es tan fácil cuando han pasado más de treinta años desde su grabación.
La historia que se cuenta en Golpe en la pequeña China es bastante original. El protagonista es Jack Burton (Russell), un camionero que, por azares del destino, se ve metido en una convulsa trama que incluye desde la mafia china a un legendario mago milenario. Eso sí, con el carisma que tienen los personajes paradigmáticos de este tipo de películas de los ochenta: un héroe bastante descarado y una guapa chica en peligro, aquí encarnada por Kim Catrall.
Kurt Russell estaba en un momento dulce en los ochenta. Su carisma era apreciado por el público y esto ocasionaba que le salieran proyectos muy interesantes. Uno de ellos fue el de interpretar a Connor McLeod en Los inmortales (Highlander. Russell Mulcahy, 1986), otra película de culto que tanto disfrutamos en esa década.
Finalmente, el bueno de Kurt descartó ese papel en favor de Golpe en la pequeña China, tanto por su amistad con Carpenter como por lo atractivo que le resultaba este trabajo. No vamos a decir que acertó ni que falló en su elección. Pero no deja de ser divertido imaginar cómo habría sido el escocés inmortal interpretado por otro actor distinto a Christopher Lambert.
Esto también habría supuesto un cambio en el reparto de Golpe en la pequeña China, que tendría que haber buscado otro protagonista. Pero el de Kurt Russell no fue el único nombre que podía haber sido distinto en esta película. Dennis Dun, que interpreta a Wang Chi, no fue la primera opción de Carpenter.
El elegido para ese papel era Jackie Chan, que ya empezaba a ser conocido en el cine norteamericano y que encajaba muy bien en el rol asignado. Lamentablemente, también se tiene que quedar en nuestra imaginación, ya que ni el productor Lawrence Gordon ni el propio Chan lo vieron tan meridiano como el director.
No se puede decir que Golpe en la pequeña China sea una película demasiado comercial. Esto lo sabían sus productores, su director y sus actores. Pero nunca se sabe con estas cosas y, la verdad, en los ochenta cualquier película podía dar un pelotazo.
Si vemos Golpe en la pequeña China ahora, realmente nos va a parecer un poco locura, muy divertida, pero muy distinta a lo que se hace ahora. En su estreno, por desgracia, no consiguió atraer al público suficiente y las cuentas resultaron deficitarias. De hecho, entre estos malos resultados económicos y la complicada relación de Carpenter con los productores, el director tardó bastante tiempo en volver a trabajar con los grandes estudios, y sus siguientes películas las sacó de modo independiente.
Pero, como hemos dicho al principio, Golpe en la pequeña China sí que funcionó mucho mejor en el mercado doméstico. Su género, su carátula y sus actores eran un gancho prácticamente irresistible para jóvenes y no tan jóvenes que acudían a revisar decenas estanterías en busca de un título con el que, simplemente, divertirse en casa.
Esto, sin duda, influyó mucho en su reconocimiento como película de culto y estamos seguros de que, todavía hoy en día, es una opción ideal para los nostálgicos y los que quieren recuperar grandes recuerdos cinéfilos. Insistimos, aunque Golpe en la pequeña China sea un título que no llame mucho la atención, solo hay que echarle un vistazo a su carátula y poner las palomitas a calentar. El resto es lo más fácil: disfrutar.
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1 Comment
Me encanta este film, pero como bien dices era una película algo rara incluso para su época. Hoy peli de culto total(aunque bueno, es tan conocida que esa etiqueta de culto ya no le pega).
Un saludo