La gran aventura de Pee-Wee (Pee-Wee’s Big Adventure) es el primer largometraje dirigido por Tim Burton, allá por el año 1985. Aunque hayan pasado casi tres décadas desde entonces, y este singular cineasta haya evolucionado considerablemente, en esta película ya empieza a demostrar que no es un director cualquiera, sino que tiene unos gustos divertidamente distintos a los habituales.
El personaje de Pee-Wee ya era relativamente conocido en Estados Unidos, ya que su creador, el actor Paul Reubens, había hecho distintos shows y espectáculos interpretándolo sobre todo en televisión. Pero, sin duda, esta película sería la que le daría el empujón definitivo a Pee-Wee y lo convertiría en un personaje de culto, como así sucede con la película.
Pee-Wee es un hombre que actúa como un niño. Su casa está llena de juguetes y artilugios que harían la delicia de cualquier infante, ya que Pee-Wee parece disfrutar con todas y cada una de las cosas que va haciendo a lo largo de su cotidianeidad. Vamos, que se lo toma todo como un juego y una diversión. Pero lo que más le gusta a Pee-Wee es su bicicleta, y cuando se la roban es cuando comienza la gran aventura que aquí vemos, y en la que también se encontrará con personajes casi tan extravagantes como él.
La gran aventura de Pee-Wee fue concebida y escrita por el mismo Reubens, y también fue él quien decidió que Burton la dirigiera, tras haber visto sus anteriores trabajos para Disney y, sobre todo, el corto Frankenweenie. El estilo y el humor del director encajaron perfectamente con el tono pretendido para la película, y también lo hizo la divertida banda sonora que compuso Danny Elfman, en la que sería la primera de una larga colaboración con Burton y, de paso, su lanzamiento hasta llegar a componer sintonías famosísimas como la propia de Los Simpson.
El presupuesto con el que contaron para esta producción no era escaso, pero tampoco supuso ningún lujo. Fueron unos seis millones de dólares invertidos para una taquilla de más de cuarenta sólo en Estados Unidos. Todo un éxito financiero que catapultó la carrera de Burton, y también lanzó al personaje de Pee-Wee a proseguir con su carrera televisiva, con diversos programas infantiles durante los siguientes años. Estos programas, aunque no llegaran a ser conocidos fuera de su país, también son considerados de culto por gran parte de los espectadores.
Y es que personajes como Pee-Wee, con todo lo que les rodea, hay muy pocos, y por eso se merece estar en un lugar de culto.