Hace años, cuando no había tantos canales de televisión ni internet, los sábados por la tarde era muy habitual disfrutar de una buena película en familia. Solían ser entretenidas, con buenas historias, aptas para todos los públicos y nos dejaban un bonito recuerdo que aún se mantiene.

Ahora, paradójicamente, es complicado encontrar algo así, por lo que el Pelicultista reivindica volver a esa antigua costumbre, y propone una película para este sábado: La princesa prometida.

the princess bride la princesa prometida robin wrightLa princesa prometida es un cuento en imágenes; una historia de princesas y caballeros que, en esta ocasión, le narra un abuelo (Peter Falk) a su nieto (Fred Savage), que está enfermo en la cama.

En un reino de fantasía, la princesa Buttercup (Robin Wright) se promete con el príncipe Humperdinck (Chris Sarandon), ya que piensa que el verdadero amor de su vida, Westley (Cary Elwes), ha muerto a manos de un pirata. Pero, antes de la boda, la princesa es raptada por el sabio Vizzini (Wallace Shawn), el espadachín Íñigo Montoya (Mandy Patinkin) y el forzudo Fezzik (André el gigante). Así, el príncipe emprende su rescate, a la vez que también lo hace un misterioso hombre enmascarado, que se enfrenta a los tres secuestradores.

the princess bride la princesa prometida carey elwes robin wrightLa princesa prometida no es ni mucho menos una película simple, aunque parezca que se dirige sólo a entretener a los más pequeños. El director, Rob Reiner (de quien hablaremos en más ocasiones), sabe mantener un ritmo ágil, y consigue ofrecernos varios momentos memorables que perduran en nuestro recuerdo como si fuera la primera vez que los vivimos. Y a la historia de fantasía le acompaña fielmente la narración del abuelo y el entusiasmo de su nieto, cuyos rostros nos resultan muy familiares a todos, por sus papeles en Colombo y Aquellos Maravillosos años, series míticas en la televisión de todo el mundo.

the princess bride la princesa prometida iñigo montoya inigo montoya mandy patinkinPrecisamente, fue el medio televisivo el que mejor funcionó para La princesa prometida. En taquilla tuvo un éxito relativo, pero la pequeña pantalla y el vídeo doméstico le terminaron dando el estatus que actualmente tiene entre tantos aficionados al cine.

En conclusión, una película que los más jóvenes disfrutan y los mayores recuerdan con diversión. Dejemos de lado los telefilmes baratos y lacrimógenos sobre supuestos hechos reales, y acerquémonos a películas como ésta, perfecta para ver en familia y merecedora del culto que todos le rendimos desde la primera vez que pasamos una tarde ante ella.

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