Los cazafantasmas (Ghostbusters) es una película dirigida por Ivan Reitman en 1984, y protagonizada por Bill Murray, Dan Aykroyd, Harold Ramis y Sigourney Weaver. Sin duda, es una de las películas más exitosas de su época, y tanto el logo que le daba imagen en el póster comercial, como la banda sonora son auténticos iconos del cine de los ochenta.
¿De qué va Cazafantasmas?
Peter, Ray y Egon son tres parapsicólogos un poco excéntricos que, debido a sus extravagantes experimentos, son expulsados de la universidad donde trabajan, y deciden montar una empresa dedicada a descubrir y cazar entes sobrenaturales. Parece que la suerte les acompaña porque, justo cuando crean esta empresa, las apariciones difíciles de explicar se multiplican y eso solo puede suponer que un gran demonio está a punto de llegar.
Aunque el argumento pueda parecer centrado simplemente en la ciencia ficción, si nos fijamos en el reparto no podemos pensar más que en una comedia. Y sí, es una de las buenas. Tanto que sigue siendo una de las películas más rentables de la historia. De hecho, encabezó la taquilla durante semanas, compitiendo con otros grandes éxitos como Superdetective en Hollywood o Indiana Jones y el templo maldito. Vamos, que no se puede decir que 1984 fuera un mal año para la industria del cine y para los aficionados al séptimo arte, precisamente.
Pero no sólo el público respaldó a Los cazafantasmas. También la crítica se vio sorprendida por una comedia con un argumento tan original, una puesta en escena sin escatimar en recursos técnicos y visuales y, sobre todo, un humor tan fresco y ágil como el que aquí se desarrolla. Para Murray, Ramis y Aykroyd, muy conocidos por sus trabajos televisivos anteriores, esta película supuso su absoluta consagración como humoristas de éxito, talento y, sobre todo, de ese corte travieso pero familiar que le daba acceso a una mayor cantidad de espectadores.
Con tanto éxito, no era de extrañar que se quisiera sacar partido de la imagen de marca de Los cazafantasmas, por lo que rápidamente comenzó una maquinaria de marketing que desembocó en todo tipo de objetos y parafernalia, para pasar por videojuegos y series de animación, y, cómo no, una secuela en 1989. Ésta no tuvo la repercusión de la original, como cabía esperar, pero también se comportó.
¿Por qué tuvo tanto éxito Los cazafantasmas?
Vista con más de tres décadas de distancia, hay que reconocer que Los cazafantasmas son un producto cinematográfico muy peculiar. Es difícil defender con argumentos serios su calidad artística, ya que no es una película que haga gala de ningún elemento técnico ni visual que resultara rompedor o influyente en su época.
Pero sí es cierto que, apoyada en una premisa tremendamente original, consigue desplegar una historia mucho más que divertida. Esta base es lo suficientemente versátil como para permitir una libertad creativa excepcional que, apoyada en la ausencia total de complejo a la hora de hacer humor, consiguió unos resultados maravillosos. A esto hay que añadirle que su reparto estaba, no solo de moda, sino en plena forma. Y es que si, hoy en día, Bill Murray sigue siendo un actor apreciado por su talento para la comedia, en aquellos años era una auténtica celebridad.
Está claro que hoy en día es complicado encontrar una película con tal frescura. Es muy difícil explicar que una película que, a priori, estaba concebida como un sketch largo pudiera convertirse en algo tan impactante a nivel cultural.Y esa frescura se debe, en parte, a que estos tipos eran gente con una agilidad y una capacidad de improvisación superior a la habitual. Gran parte de los diálogos, sobre todo de las líneas de Bill Murray, se alejaban de lo propuesto en el guion. Y no pasa nada, así funciona bien, probablemente incluso mejor que las palabras originales.
Los cazafantasmas desde un punto de vista actual
Las generaciones más jóvenes de espectadores tal vez encuentren complicado entender por qué tuvo tanto éxito en su momento, dado que su estilo visual y partes de su humor pueden haber quedado un poco anticuados para los que no vivieron aquel momento. Tampoco ayuda que el reboot que se vivió recientemente tuviera tan mala calidad. Es un buen ejemplo de remake innecesario, aunque partía con una gran desventaja, ya que todos los ojos la comparaban con Los cazafantasmas originales.
En términos generales, la crítica especializada que en su día se inclinó por darle buenas reseñas lo sigue haciendo. Es decir, la opinión sobre Los cazafantasmas no ha decaído. Si bien, hay que matizar que, para muchos de los críticos que la revisan actualmente, influye ese impacto cultural tan potente que tuvo y el hecho de que se convirtiera en una de las películas más taquilleras de una época en la que tanto cine de consumo masivo se produjo.
Sin acabar siendo la película más taquillera de su año ni tampoco la comedia con mayor recaudación, Los cazafantasmas todavía permanecen en el imaginario colectivo como una de esas películas imprescindibles para los que quieran entender el cine de Hollywood en los años 80 y las tendencias predominantes en las dos últimas décadas del siglo pasado.
5 comentarios
Yo soy uno de esos que tiene lindos recuerdos de esta película. Aunque en realidad me tocó la segunda parte y crecí con la serie animada. 😛 Así que ya la vi con ojos de fan absoluto. jajaja ¡Gracias por los recuerdos!
Yo tampoco la vi en su estreno, sino luego en vídeo o en la tele, y sí que crecí con la serie animada. Sin duda, grandes recuerdos! Abrazos, Carlos.
Hay una frase de esta pelí que me parto de risa al escucharla y que siempre recuerdo cuando la veo. Cuando están casi al final de la película y tienen que subir por la escalera para llegar a la azotea y Ray pregunta… hacia donde van esas escaleras??? y Peter le responde… van, hacia arriba : )
Es de esas películas que provocan muchos recuerdos y muchas risas, ciertamente!
Imprescindible y entrañable. De esas películas que tienes que ver si o si.