Hay películas que calan muy hondo si las ves en la época adecuada de la vida. Esa etapa entre la niñez y la adolescencia marca los recuerdos cinematográficos a fuego y Los Goonies (The Goonies) es la típica que casi todos hemos visto a esa edad.
Dirigida por Richard Donner sobre una idea de Steven Spielberg, se estrenó en los cines en el verano de 1985, y se convirtió rápidamente en una película llamada a marcar a toda una generación. Tanto que, décadas después, sigue estando en la mente de muchos cinéfilos que la siguen disfrutando como cuando eran críos y se la ponen ahora a sus hijos.
De qué va Los Goonies
Los Goonies nos cuenta la historia de un grupo de jóvenes amigos que viven tranquilamente en una zona residencial de Oregon. Pero unos promotores quieren comprar esos terrenos para construir un campo de golf, lo que pone en peligro sus casas, y también la pervivencia del grupo, cuyo nombre es el que da título a la película.
Durante una aburrida tarde en que no pueden salir de casa, los chicos encuentran en el desván un mapa de un tesoro escondido por el pirata Willy «el Tuerto». Ante tan excitante aventura, y que esto pueda significar la salvación económica para sus casas, los jóvenes deciden partir en busca del tesoro siguiendo las instrucciones del viejo papel.
Así comienza una odisea fantástica para los jóvenes, que se inicia en el restaurante donde se esconden los malvados Fratelli, y desde el que acceden a una cueva subterránea para llegar, finalmente, al barco de Willy el «Tuerto». Durante toda su travesía, no conseguirán despegarse de esos malvados Fratelli, que van detrás de ellos y del tesoro.
Anécdotas y curiosidades sobre Los Goonies
Se cuentan muchas curiosidades y anécdotas acerca de esta mítica película. Una bastante conocida es que el director, Richard Donner, decidió planificar el rodaje con el mismo orden en que sucede la historia en el montaje final. Esto se debió a que los actores protagonistas eran en su mayoría niños, y podría facilitar su comprensión y trabajo en la película.
También resulta curioso que algunos de los padres de los personajes sean también sus padres en la vida real, e incluso el director y su equipo técnico realizan pequeñas apariciones en pantalla al final de la cinta.
Los actores que encarnan a los Goonies se convirtieron en unas estrellas en esos momentos, aunque sus carreras han sido dispares a posteriori: Sean Astin, que encarnó a Mikey, tal vez sea más conocido ahora por haber interpretado a Samsagaz en la trilogía de El Señor de los Anillos.
Su hermano mayor en la película era Josh Brolin, cuya carrera ha despegado en los últimos años con importantes papeles en películas como American Gangster, No es país para viejos o Men in Black 3.
Corey Feldman, que era el bocazas del grupo, trabajó al año siguiente en la maravillosa Cuenta Conmigo y, aunque ha seguido actuando, ninguno de sus últimos papeles es destacable. Por su parte, Jeff Cohen, más conocido como Gordi, dejó la interpretación y trabaja como abogado. Jonathan Ke Quan hacía el papel de Data. Ahora lleva años sin actuar, y colabora en coreografías de artes marciales en algunas películas. Por último, el carismático Sloth, o mejor dicho, John Matuszak, siguió trabajando hasta 1989, año en que falleció debido a un problema cardíaco.
Recepción y crítica de Los Goonies
Los Goonies tuvo una buena acogida en la crítica, aunque muchos de los profesionales especializados la identificaron rápidamente como una película suave y facilona, más dirigida a una audiencia joven o familiar que otra cosa. Pero pronto atrajo a ese público que, deseoso de aventuras divertidas, acudía en masa a las salas.
También fue un buen acierto la fecha de estreno, a comienzos de verano, para aprovechar una época mucho más accesible al público principal. Esto se reflejó ya en el primer fin de semana, con el que se cubrió la mitad del presupuesto invertido de casi 20 millones de dólares. Pero, como suele suceder con este tipo de películas, la cola se alargó y Los Goonies se mantuvieron en cartelera durante varios meses, casi enlazando con lo que, a posteriori, supondría su consolidación definitiva: el video doméstico.
Y es que Los Goonies es la típica película que todos los de aquella generación de los años 70 y 80 hemos alquilado alguna vez para disfrutar con hermanos, primos o amigos. Además, tantos años después desde su estreno, todavía se mantiene como uno de esos títulos que enganchan en la tele a cualquiera que la pilla en marcha.
En definitiva, Los Goonies es una obra recordada por toda una generación que, con suerte, transmitirá estas sensaciones también a sus hijos. Y así es como muchas películas se convierten en objeto de culto, cuando años después se vuelve a reivindicar el poder que tuvo en su momento. Puro entretenimiento, sí. Pero del entrañable.