Los tres días del cóndor
Los tres días del cóndor (Three Days of the Condor) es una película dirigida por Sydney Pollack en 1975 y protagonizada por Robert Redford, Faye Dunaway, Cliff Robertson y Max Von Sydow.
La inspiración de Los tres días del cóndor
Los tres días del cóndor se inspira en una novela casi homónima, de James Grady, que fue titulada Los seis días del cóndor, y publicada un año antes. Pero decimos se inspira, y no se basa, porque los argumentos de ambas difieren bastante. La novela adquirió gran fama gracias a la película, y tuvo una secuela llamada La sombra del cóndor, que fue publicada en 1978.
Un cóndor que no sabe ni que él es el cóndor
Joseph Turner (Robert Redford) es un funcionario de la CIA, cuyo pseudónimo es cóndor, pero ya que sus funciones se alejan bastante del espionaje y de actividades secretas, apenas lo usa y apenas lo recuerda. Su función principal en su oficina es la de leer todo tipo de libros, periódicos, informes y demás, con el fin de buscar pistas o ideas que puedan aportar algún tipo de ayuda a las investigaciones y conspiraciones típicas de esa agencia americana. No deja de ser un tipo poco común en la CIA, y así se demuestra ya desde el principio de la historia. Y un buen día, de esos días normales en los que sigue leyendo y subrayando, Turner sale a hacer unos recados y, cuando vuelve a su oficina, se encuentra a todos sus compañeros muertos.
Éste es un estupendo detonante, y giro argumental, que todo thriller que se precie tiene y que no sólo pone en jaque al protagonista, que tiene que cambiar completamente el chip, sino también a los espectadores que no se esperan tan brusco cambio de escenario, ingenuos de ellos.
El escenario político de Los tres días del cóndor
El cine de los años setenta resulta muy interesante hoy en día desde el punto de vista visual y estético. Sin duda, fueron unos años en los que el cine norteamericano volvió a renacer, tras unos años de capa caída, y bebiendo de las corrientes del cine europeo que tanto había influido en el escenario cinematográfico de las décadas anteriores.
Pero, precisamente en Estados Unidos, el escenario político se había vuelto bastante inestable, sobre todo desde el punto de vista institucional, y todo ello debido a los escándalos del Watergate y otros problemas relacionados con la CIA. De hecho, Robert Redford también fue el protagonista de la película que retrató el caso Watergate en Todos los hombres del presidente (All the President’s Men), otra película puramente setentera y muy relevante dentro del mundo del cine y el periodismo.
Repercusión de Los tres días del cóndor
Los tres días del cóndor tuvo bastante buena aceptación en taquilla, superando los 40 millones de dólares en recaudación. Sin embargo, la crítica se dividió bastante, movida por los sentimientos políticos que parecía transmitir, intencionadamente o no, en un ambiente que resultaba bastante delicado por aquellos años en Estados Unidos.
Su paso por los festivales y certámenes no fue del todo exitoso. En los Oscar sólo recibió una mención al mejor montaje, y los premios que obtuvo sólo fueron en galas menores, centrándose sobre todo en la interpretación de Max Von Sydow.
Sin embargo, con el paso del tiempo, Los tres días del cóndor se ha consolidado como uno de los thrillers de referencia del cine de los años setenta, y también como una de las películas más significativas en la filmografía de sus actores, y de su director, el magnífico Sydney Pollack.