Bernardo Bertolucci fue uno de los directores italianos más famosos y polémicos del siglo XX. Pero, más allá de todo lo que se pueda pensar de él en términos personales, algunas de sus obras han dejado huella en el séptimo arte. Por este motivo, aquí queremos hacer un pequeño repaso a las mejores películas de Bertolucci o, al menos, a las que nosotros consideramos imprescindibles.
Hay que advertir que este director, a pesar de comenzar muy joven, no ha sido el más prolífico de la historia y, en su más de medio siglo tras las cámaras, sus créditos como regidor apenas superan la veintena de títulos.
Pero, aunque la cantidad no sea mucha, la calidad sí lo es. Así que aquí van las películas de Bertolucci que creemos que deberías ver, si es que no las has visto ya. El orden, como siempre, cronológico.
La cosecha estéril (La commare secca. 1962)
La primera película de Bertolucci pasa desapercibida ante algunas de sus obras posteriores. Pero es algo bastante injusto que, con un visionado, se puede remediar. Dentro del género policíaco y del neorrealismo italiano, y con un guion de Pasolini, tuvo bastante reconocimiento, sobre todo por la grata sorpresa que suponía ver a un director tan brillante y tan precoz, de tan solo 22 años.
La investigación del asesinato de una prostituta sirve para adentrarnos y retratar una parte oscura y baja de la sociedad italiana de aquellos primeros años sesenta, todavía marcados por la dureza de la posguerra. Pero Bertolucci va más allá del típico thriller, y la estructura, así como los retratos sociales aquí mostrados, marcan la diferencia con el cine más estándar del género.
Antes de la revolución (Prima della rivoluzione. 1964)
Otra de las películas de Bertolucci dirigidas en su juventud que, al igual que la anterior, no ha alcanzado a un gran público actualmente. Aquí, el director trata de mostrar esas inquietudes ideológicas y políticas de gran parte de la juventud italiana de aquellos importantes años 60. En concreto, cómo su protagonista tiene que lidiar con su estatus social y sus ideas comunistas.
Pero la desorientación en un joven no está completa si no aparecen los temas del amor, y esto es lo que termina por machacar a nuestro protagonista. Francesco Barilli y Adriana Asti son los encargados de hacer que esta película se quede marcada en la retina y la memoria. Algunas de sus imágenes son tan naturales que, si no fuera por el blanco y negro, pensaríamos haberlas vivido también.
El conformista (Il conformista. 1970)
Si le preguntas a alguien por las películas de Bertolucci más famosas, es probable que El conformista no esté entre las más nombradas. En cambio, si le preguntas a alguien que haya visto mucho cine por las mejores películas de Bertolucci, es muy probable que destaque ésta como una de las más interesantes.
El conformista está basada en una obra de Alberto Moravia, en la que se cuenta la historia de un profesor universitario de ideología fascista. Pero es la profundidad de los personajes, lo bien llevada que está la historia y la interpretación de Jean-Louis Trintignant lo que marcan la diferencia. Medio siglo tiene ya, pero sigue siendo una película fresca y apetecible.
El último tango en París (Ultimo tango a Parigi. 1972)
No sabríamos decir si ésta es la película de Bertolucci más famosa, pero, al menos, sí es una de las más polémicas. O lo fue en su día, que ya hace más de cuarenta años. Estuvo censurada en España y, en Italia, fueron muchas las salas de cine que la retiraron, además de todos los problemas judiciales que ocasionó a Bertolucci.
Hoy, seguro que la mayoría de la gente la recuerda por su contenido sexual, que lo tenía, y por la química que desprendió su pareja protagonista, encarnada por Marlon Brando y María Schneider. Brando y Bertolucci, por cierto, estuvieron nominados a los Oscar por sus trabajos en esta película.
Novecento (1976)
Si tuviéramos que quedarnos con la que consideramos obra cumbre de Bertolucci, probablemente elegiríamos ésta. Obra mastodóntica, tal vez complicada de ver por su larga duración, la ambición que posee es satisfecha después de cinco horas de metraje, repasando la primera mitad del siglo XX y todos los conflictos sociales que asolaron el país transalpino.
Para saltarse ese problema que pueden tener muchos que no la hayan visto aún y que les dé pereza, solo cabe decir que es un recorrido precioso por una época preciosa. Lo haréis de la mano de Robert De Niro y Gerard Depardieu. Pero también hay otros grandes actores acompañando, como Burt Lancaster, Donald Sutherland, Dominique Sanda o Sterling Hayden.
El último emperador (The Last Emperor. 1987)
No cabe duda de que El último emperador es una de las mejores películas de Bertolucci. Muy consistente en su ritmo y guion, con una fotografía y unos escenarios dignos de catálogo de viajes de lujo, Bernardo Bertolucci supo sacarle el máximo partido a la gran pantalla.
Si hay películas que merecen la pena ser vistas en el cine y no en un dispositivo, ésta es paradigma de ello, más allá de todas las que se fundamenten exclusivamente en los efectos visuales, el sonido y la acción. Impactó mucho a la audiencia de aquellos años y, prueba de ello, se llevó 9 Oscars, convirtiéndose en una de las películas más galardonadas por la Academia en toda su historia.
El cielo protector (The Sheltering Sky. 1990)
Entre las películas de Bertolucci realizadas fuera de Italia, ésta puede ser una de las más particulares. Y no es que a las demás les falten ápices de personalidad, ni mucho menos. Pero El cielo protector se desmarca especialmente, tanto por estar ubicada en el África de los años 40 como por su atmósfera oscura y romántica a partes iguales.
Debra Winger y un joven John Malkovich encabezan el reparto de esta película, de la que muchos festivales reconocieron su bonita fotografía y su preciosa banda sonora. De esas películas para las que hay que tener un poco de paciencia y espíritu, pero que se dejan buen sabor si se paladean con el café adecuado.
Pequeño Buda (Little Buddha. 1993)
Otra película británica que, en esta ocasión, trata sobre un tema que apasionaba a Bertolucci: el budismo. Aquí, en concreto, sobre la reencarnación de un respetado lama en un niño estadounidense.
Eficaz de primeras, no resulta tan consistente a medio plazo, aunque esto permite que uno la disfrute bastante bien durante el visionado. Además, el reparto encabezado por Keanu Reeves, Bridget Fonda y Chris Isaak también puede suponer un buen gancho para los que no la hayan visto. Hoy en día, da la sensación de que estos temas pueden parecer más propios de telefilmes sobremeseros, pero no hace tanto que se estilaban bastante.
Belleza robada (Stealing Beauty. 1996)
A mediados de los años noventa, Liv Tyler comenzaba a despuntar como prometedora actriz y hermoso rostro. Sin duda, protagonizar una de las películas de Bertolucci más populares en esos años pudo ayudarle, aunque con el paso del tiempo hemos visto que ni ella ni la película han conseguido mantenerse a la altura.
Hoy en día, recordar Belleza robada parece poco más que hablar de un dramón típicamente noventero del que muchos solo conservan la interpretación de Jeremy Irons y el bombo que se le dio en algunos festivales y premios.
Soñadores (Dreamers. 2003)
Cerramos nuestra selección de películas de Bertolucci con una última joyita, protagonizada por unos jóvenes actores de gran talento que todavía hoy siguen reluciendo en la gran pantalla y saben escoger bien sus papeles: Michael Pitt y Eva Green.
Ambientada en el París del 68, se nota que Bertolucci le tenía aprecio a esta época, y plantea una historia llena de juegos y fantasías que termina por rebosar erotismo y seducción. Bonita y entretenida. Resulta tan atractiva como sus protagonistas, más cuando se adentra uno que cuando la ve desde la lejanía.