Bruce Willis es uno de los actores más famosos de Hollywood. Desde los años ochenta, las series y películas de Bruce Willis han gozado de un enorme éxito y, a pesar de su imagen de tipo duro, ha trabajado en producciones de todo tipo y con directores muy variados.
Acción, comedia, drama, las películas de Bruce Willis abarcan géneros de todos los gustos y colores. Esto se explica por su tremenda facilidad para convertir un proyecto en algo rentable y, por supuesto, su impresionante capacidad de trabajo. De hecho, es uno de los actores vivos más productivos, con cerca de doscientos créditos solo como actor, y los que le quedan por hacer.
Con tantos trabajos a sus espaldas, es normal que muchas de sus películas no merezcan demasiado la pena. De hecho, unas cuantas no llegan ni a la categoría de “simplemente entretenida”, sino que se quedan en la de “bodrio infumable”. Pero también hay que reconocer que algunos de los filmes en los que ha trabajado son de los más representativos de las últimas décadas.
Por nuestra parte, vamos a hacer un repaso a las que consideramos mejores películas de Bruce Willis, algunas de ellas verdaderamente influyentes en el cine actual. Es el mínimo reconocimiento que podemos hacer a uno de los actores que mejores horas de entretenimiento nos han dado en nuestras horas cinéfilas.
La jungla de cristal (Die Hard. John McTiernan, 1988)
La primera de las películas de Bruce Willis que ya tendrías que haber visto es una que, en realidad, seguramente has visto más de una vez. Porque La jungla de cristal es una de las películas más representativas de los ochenta, del cine de acción de finales del siglo XX y, además, de mayor difusión televisiva en las últimas décadas.
Si por cuestiones de edad no estabas en una sala de cine cuando se estrenó y tampoco te pilló en un momento adecuado para alquilarla en un videoclub, lo más normal es que hayas chocado con ella, voluntaria o involuntariamente, alguna noche de domingo o de verano en las que televisiones públicas y privadas la han emitido.
Además de ser una de las películas de Bruce Willis más famosas, en la que nuestro querido actor tiene que liberar un rascacielos tomado por unos terroristas liderados por un malvado encarnado por Alan Rickman, tiene hasta cinco entregas, todas más o menos entretenidas, pero con especial mención a la tercera, la única también dirigida por McTiernan, que está coprotagonizada por Samuel L. Jackson.
El último Boy Scout (The Last Boy Scout. Tony Scott, 1991)
Las entregas de La jungla de cristal y El último Boy Scout se pueden considerar las películas de Bruce Willis responsables en origen de esa imagen que tiene Bruce Willis de héroe de acción rompelotodo.
Pero nos rebelamos ante el tono peyorativo de ese apelativo y lo reivindicamos como elemento importante para el disfrute de determinadas películas, sobre todo esas descubiertas entre la infancia y la adolescencia, que suelen ser las que marcan los gustos y nostalgias cinéfilas.
El último Boy Scout tal vez sea también una de las películas culpables de que a Tony Scott mucha gente lo enmarque en un cine mucho más comercial y facilón que a su hermano Ridley Scott.
Lo que pasa es que, con el paso de los años, no ha envejecido nada mal. Al contrario, en un visionado actual no se le nota la edad, ni la falta de ritmo ni nada de lo que otras veces se achaca a las películas más típicamente noventeras.
Pulp Fiction (Quentin Tarantino, 1994)
Entre todas las películas de Bruce Willis, Pulp Fiction puede que sea la más reconocida por la crítica y por gran parte del público. Es cierto que su personaje no es el primer protagonista de la película, pero ésta no deja de ser bastante coral para los estándares habituales, y los momentos de Bruce Willis, además de imprescindibles para la trama, son verdaderamente inolvidables.
Pulp Fiction no es solo una película divertida y entretenida. Es una película con un modo narrativo que se diferenciaba del habitual, y que se ha convertido en seña de identidad de Tarantino. Cabe recordar que, al año siguiente, Bruce Willis apareció en The Man from Hollywood, el fragmento dirigido por don Quentin en la película Four Rooms.
Aquí puedes leer nuestra reseña de Pulp Fiction.
12 monos (Twelve Monkeys. Terry Gillia, 1995)
Estos años se podrían considerar el inicio de la época dorada en la filmografía de Bruce Willis. No solo actuaba en películas que eran taquillazos, sino que tenían un guion y una dirección por encima de la media, hasta el punto de ser consideradas películas de culto en la actualidad.
Una de éstas es 12 monos, adaptación del mediometraje francés El muelle (La Jetée. Chris Marker, 1962), en la que Willis encarna a un preso que se presenta voluntario para viajar en el tiempo y conseguir el antídoto de un virus con el que librar a la humanidad de una catástrofe planetaria.
Cabe recordar que, en 2015, se relanzó la historia en formato de serie televisiva, pero hay que reconocer que no gozó del éxito ni goza ahora del prestigio que sí tienen tanto el mediometraje de los sesenta como la película de los noventa.
El quinto elemento (Le cinquième élément. Luc Besson, 1997)
Otra de las películas de Bruce Willis que muchos consideran una película de culto. De la mano de Luc Besson, conocido director francés que tampoco se encuentra nada alejado de ese cine vocacionalmente entretenido, y con la compañía de una Milla Jovovich que alteró las hormonas y el espacio tiempo de muchos jóvenes de los noventa, ésta es una de las películas más representativas de una época de muchos cambios en el cine y en la cultura audiovisual.
Y es que El quinto elemento es una obra que rezuma imaginación y originalidad por los cuatro costados, perfecta para los amantes del cine de ciencia ficción y para los de la estética cyberpunk. No se nos olvida; también para los amantes de Gary Oldman, otro de esos actores que merecen un aplauso en prácticamente todos sus trabajos.
El sexto sentido (The Sixth Sense. M. Night Shyamalan, 1999)
El sexto sentido fue todo un boom. No había casi ningún aficionado al cine que no estuviera entusiasmado ante esta película y los elogios hacia su director, M. Night Shyamalan, lo vestían como una especie de genio talentoso, con epítetos como el nuevo Spielberg o el Hitchcock hindú.
El tiempo, de momento, no se ha mostrado de acuerdo con estas afirmaciones, pero la película y sus dos personajes principales sí que han dejado huella. También, como nota curiosa, comentar que Willis ha aparecido en otros títulos de Shyamalan, como El protegido y la reciente Glass. Seguramente, de lo más fumable del director, en cuya filmografía abundan los títulos más que prescindibles.
Porque, aunque sean muchos los actores que formaron parte de esta película, de prácticamente los únicos que nos acordamos son Haley Joel Osment y Bruce Willis. Lo mejor, que es una película sorprendente, aunque ya no resulte tan novedosa como en su estreno. Lo peor, que, una vez vista, es de las películas que menos apetece volver a ver, porque pierde toda la gracia.
A pesar de esto, es sin duda una de las mejores películas de Bruce Willis que podemos encontrar.
Sin City (Robert Rodríguez, Quentin Tarantino y Frank Miller, 2005)
El siglo XXI no ha privado a Bruce Willis de ese talento para escoger buenas películas en las que trabajar. O a él o a su agente. Seguramente, su amistad con Tarantino influyó, y aquí se le presentó la oportunidad de formar parte de un proyecto impresionante, en el que se adapta la obra homónima de Frank Miller para convertirla en película de culto.
Sin City se ve y se disfruta como un proyecto muy logrado en términos visuales y narrativos, y goza del reconocimiento de los más fieles seguidores de la obra en papel de Miller. En 2014 salió una segunda parte, en la que ya no figura Tarantino como director invitado. Entretenida y válida para muchos de los incondicionales, pero no llega a los niveles de la primera.
El caso Slevin (Lucky Number Slevin. Paul McGuigan, 2006)
Para ser un actor al que muchos le critican ser, precisamente, mal actor, al señor Willis no le faltan películas para formar una filmografía que prácticamente todos los grandes actores vivos (y algunos muertos) firmarían con gusto. Porque El caso Slevin es, de nuevo, un pedazo peliculón de los pies a la cabeza. Y ahí está él, que nos lo imaginamos sonriente, porque puede presumir de formar parte de sus títulos de crédito en posición titular.
Por alguna razón, su trayectoria en las salas de cine no fue demasiado exitosa y fue después, con su distribución internacional y con su recorrido por los mercados domésticos, cuando muchos comenzaron a apreciar y aplaudir el talento que rezuma desde la dirección y el guion. Puede que su nombre no sea de los más sonados entre las películas de Bruce Willis, pero es otra de sus películas que no puedes dejar de ver.
Moonrise Kingdom (Wes Anderson, 2012)
Para los legos en la filmografía de Bruce Willis, esto pudo ser una enorme sorpresa en su día. Pero no es la primera película de este actor que se aleja de esos títulos con acción, con explosiones, o de intriga y misterio. Cierto que las películas de Wes Anderson son únicas en cuanto a estilo y tono, pero Bruce Willis ya se había acercado ligeramente a las comedias y a los títulos para todos los públicos.
Si las películas de Wes Anderson destacan, precisamente, por su humor, por sus planos tranquilos, por su simetría, por su buen rollo, etc. muchos podrían pensar que Bruce Willis no pinta nada en ésta. Pero, todo sea dicho, la cosa funciona. Tal vez ese rostro inamovible que tantos achacan a Willis como crítica le sirva en realidad como un comodín que se adapta a cualquier género y estado de ánimo.
Puede que sea una de las películas de Bruce Willis más únicas, pero también más bonitas. Como todas las de Anderson, sea dicho.
Looper (Rian Johnson, 2012)
La última de las diez películas de Bruce Willis que destacamos como imprescindibles es una de esas locuras de viajes en el tiempo con una trama un poco enrevesada ante la que hay que abrir bien los ojos, los oídos y la mente. En caso contrario, se corre el riesgo de despistarse. Pero, por suerte, ya está en plataformas y se puede echar para atrás.
Fuera bromas, aquí tenemos una película futurista con un Joseph Gordon-Levitt en pleno auge, que resulta una maravillosa confirmación para el neo-noir que intentaba despegar hace unos años y que acompaña y rivaliza de maravilla con un Bruce Willis que resiste muy bien los años, la verdad.
¿Qué más películas de Bruce Willis se pueden recomendar?
La verdad, hay tantas películas de Bruce Willis que ha sido muy difícil escoger diez. Hay muchas otras muy divertidas en su historial cinematográfico, y también hay auténticos tostones, por lo que es mejor informarse un poco.
Entre las películas de Bruce Willis a las que no hacemos ningún asco y que todavía no hayamos nombrado en este artículo se encuentran algunas recientes y de acción como Los mercenarios (The Expendables. Sylvester Stallone, 2010), Red (Robert Schwentke, 2010) o Los sustitutos (Surrogates. Jonathan Mostow, 2009).
Entre sus comedias más recordadas, que tampoco es que sean ninguna maravilla, pero se dejan ver, La muerte os sienta tan bien (Death Becomes Her. Robert Zemeckis, 1992), El chico (The Kid. John Turteltaub, 2000) y Falsas apariencias (The Whole Nine Yards. Jonathan Lynn, 2000). Y, por supuesto, clásicos de aquellos que siguen triunfando en una tarde de sábado, como Armageddon (Michael Bay, 1998) o Chacal (The Jackal. Michael Caton-Jones, 1997). ¡Qué tiempos!