Rutger Hauer era posiblemente el actor holandés más famoso en todo el mundo. De hecho, en 1999, fue nombrado mejor actor holandés del siglo pasado por el público de ese país. O sea, que todo el mundo allí lo conocía y, por supuesto, mucha gente apreciaba las películas de Rutger Hauer.
En sus primeros años, Hauer colaboraba con Paul Verhoeven y se logró convertir en un nombre importante en los Países Bajos. Pero quería hacer más películas. Por eso, se fue al extranjero, para continuar con su carrera como actor y para hacer cada vez más y mejores películas.
Vista ahora, desde la distancia, su carrera se muestra con bastantes altibajos. Lo mismo aparecía en una gran producción de Hollywood que se venía a Europa a trabajar en películas de bajo presupuesto.
La razón principal es que le gustaba realizar trabajos lo más variados posibles, dándolo todo por ellos sin importar si el papel era grande o pequeño. Además, su apariencia tan sorprendentemente carismática, que era una de sus grandes señas, siempre causó impresión.
Ahora que ha fallecido, nuestra labor es mantener vivo su legado interpretativo. Fueron muchos los homenajes y recuerdos de grandes directores los que se dieron, y también muchos los mensajes de tantos cinéfilos que le admiraban. Desde aquí, nosotros queremos recoger las mejores películas de Rutger Hauer y repasarlas una a una.
Si no estás seguro de haber visto alguna de éstas o si, simplemente, tienes curiosidad por profundizar en su filmografía, no lo dudes. Éstas son las películas de Rutger Hauer que no te deberías perder bajo ningún concepto.
Lady Halcón (Ladyhawke. Richard Donner, 1985)
Hacer de Robin Hood en la serie de televisión Floris (1969), ambientada en la Edad Media, lo convirtió en una estrella en su tierra natal. Así que resultaba obvio que se adaptaba bien a las películas de época. Hollywood intentó convertirlo en villano, pero Hauer convenció a Richard Donner para que le diera el papel protagonista.
Lady Halcón es una película un poco extraña en cuanto al ritmo, pero aún así es una historia encantadora. La actuación de Hauer es tan maravillosa que hace que todo funcione de un modo mucho más fluido. Es misterioso y amenazador, pero también amable y noble. Y, en conjunto, es una obra con muchos matices, pero que ayudaron mucho al nombre de Hauer y se convirtió en una de sus películas más memorable.
Furia ciega (Blind Fury. Philip Noyce, 1989)
Furia ciega es como un remake actualizado de Zatoichi Challenged, una de las múltiples aventuras del samurái japonés en la gran pantalla. Pero también es una de esas películas de Rutger Hauer que muchos recordamos como míticas. No solo porque es muy entretenida, sino porque su personaje, un veterano de Vietnam que está ciego, resulta tremendamente atractivo y, a la vez, divertido.
Se puede decir que fue un papel muy diferente para él, con un lado cómico que aporta credibilidad a su personaje de héroe de acción, y la oportunidad de mostrar su lado más sensible. Hauer tuvo que pasar por un intenso entrenamiento con la espada, y aprendió a caminar y moverse como un ciego, con la ayuda de un judoca ciego de verdad.
Delicias turcas (Turks fruit. Paul Verhoeven, 1973)
Aquellos que suelen asociar a Verhoeven con películas como RoboCop y Starship Troopers pueden sorprenderse con sus primeras obras, como ésta. La película más exitosa de Holanda durante esos años, Delicias turcas, fue nominada al Oscar a la Mejor Película en Lengua Extranjera y, en 1999, recibió el premio especial Golden Calf a la Mejor Película Holandesa del Siglo.
La película trata de un romance tormentoso y erótico estrellas entre un talentoso escultor y una joven que lo recoge mientras hace autostop. Pronto se casan, pero ella se cansa de él y lo abandona por otro hombre, llevando al escultor a la depresión.
La cautivadora e impulsiva actuación de Hauer le sirvió para darse a conocer y, por este motivo, además de por ser muy interesante en su conjunto, la consideramos como una de esas películas de Rutger Hauer que no te deberías perder.
Eric, oficial de la reina (Soldaat van Oranje. Paul Verhoeven, 1977)
Si, en 1999, Delicias turcas fue considerada la mejor película holandesa del siglo XX, la segunda en la clasificación fue otra de las películas de Rutger Hauer dirigido por Paul Verhoeven. Aunque, en este caso, la temática era muy diferente, apelando al sentimiento patriótico de los jóvenes neerlandeses durante la ocupación alemana en la Segunda Guerra Mundial.
Pero, al igual que la primera, ésta tuvo un gran éxito en taquilla, confirmando el potencial de Verhoeven y, también, el de Hauer. Así que, poco después, ambos se vieron camino de Hollywood. De hecho, Eric, oficial de la reina obtuvo una nominación a los Globos de Oro. Si la ves hoy, sigue sorprendiendo lo conseguida que está, sin que parezca que tiene ya tantos años.
Hobo with a Shogun (Jason Eisener, 2011)
Éste es uno de los personajes más aguerridos de Rutger Hauer. En realidad, es uno de los papeles que más al pelo le venían. Si lo pensamos, se había convertido ya en todo un actor de culto y una película como ésta, en la que, literalmente, aparece como un vagabundo con una escopeta, le viene que ni pintada.
La historia es muy simple: un vigilante sin hogar mata a los malos. Sí, un vigilante como ese arquetipo de personaje que nació entre los setenta y los ochenta en el cine americano destinado al consumo doméstico, pero actualizado. Lo bueno es que Hauer aporta muchas cosas al personaje, lo cual acaba suponiendo una gran complicidad con el público, que recibe lo que, justamente, estaba esperando.
La leyenda del santo bebedor (La leggenda del santo bevitore. Ermanno Olmi, 1988)
Las películas de Rutger Hauer más populares entre el gran público siempre van a dirigirnos a esas más de acción, normalmente dirigidas por Verhoeven. Pero aquí, de nuevo, nos encontramos ante un trabajo de menor calado comercial, aunque con mucho más sentimiento, sobre todo para él como actor principal.
Hauer interpreta a un vagabundo que recibe una generosa limosna y, a partir de ese momento, comienza un viaje de renovación. La película ganó el León de oro en el Festival de Venecia de ese año y también recibió distintos reconocimientos por un lado y por otro. Pero la ha visto muy poca gente, todo hay que decirlo.
Los señores del acero (Flesh+Blood. Paul Verhoeven, 1985)
No pretendemos ser pesados con las películas de Rutger Hauer dirigidas por Paul Verhoeven, pero es lógico que haya varias aquí. Su relación profesional fue súper fructífera y nos dio películas tan buenas como ésta, aunque hoy ya no esté tan presente. Ésta fue la última colaboración entre ambos y, según se dice, su relación ya no volvió a ser la misma desde entonces, aunque nunca descartaron volver a trabajar juntos.
Sea como sea, aquí tenemos un producto muy conseguido, sobre todo en el sentido en el que Verhoeven pretendía, de mostrar esa época de finales de la Edad Media como una época en la que no debería apetecer vivir, por mucho Renacimiento que estuviera floreciendo y muchas otras cosas. Por cierto, magnífica también Jennifer Jason Leigh, gran pareja de Rutger Hauer aquí.
La escapada de Sobibor (Escape from Sobibor. Jack Gold, 1987)
Concebida y llevada a cabo originalmente como un telefilme, estamos ante una de las interpretaciones más logradas y menos conocidas de este actor holandés. Pero esto no evita que necesitemos colocarla en el top 3 de las mejores películas de Rutger Hauer, y que nos surja la querencia de volver a verla en cuando se pueda.
Aquí se nos cuenta una historia real sobre la escapada de Sobibor, uno de los campos de exterminio nazis más crueles en Polonia, que supuso una revuelta tan grande que se estima que hasta 600 presos escaparon de las garras de los nazis allí. Muy interesante, sobre todo para los amantes del cine bélico e histórico relacionado con la Segunda Guerra Mundial.
Rutger Hauer se llevó el Globo de oro por su interpretación, y la obra en conjunto el premio al Mejor telefilm del año.
Carretera al infierno (The Hitcher. Robert Harmon, 1986)
Empezamos a rozar la glora ya en lo que se refiere a las películas de Rutger Hauer. Y es que, poco a poco, vamos mejorando, y no era algo tan sencillo de hacer con el nivelazo de las primeras. Pero aquí tenemos una historia muy original y, a la vez, muy conseguida, en la que nuestro Rutger toma el papel de un asesino en serie que hace autostop para encontrar a sus víctimas.
Como un juego del gato y el ratón, la película va avanzando mientras nosotros no podemos separarnos del personaje de C. Thomas Howell. Éste, que siempre está huyendo del asesino y de sus acciones, acaba pareciendo más una consecuencia del antagonista que un protagonista en sí. Mérito de Rutger, por supuesto.
Blade Runner (Ridley Scott, 1982)
Aunque parezca demasiado evidente, nos vemos obligados a cerrar la lista de las películas de Rutger Hauer más imprescindibles con Blade Runner. Pero es que, al ser una película de por sí imprescindible para los amantes del cine, el hecho de que el actor mejor recordado de ella no sea el, originalmente, protagonista, tiene todavía más mérito.
Porque si todos los ojos se iban a centrar, y se siguen centrando muchas veces, en Harrison Ford, el personaje de Rutger Hauer es mucho más complejo de lo que a priori puede parecer y su interpretación lo agranda aún más. De hecho, una simple búsqueda en internet sobre Blade Runner nos da muestra de la importancia de su monólogo, tantas veces recordado y homenajeado.
Otras películas de Rutger Hauer que merecen mucho la pena
Para finalizar el tema de las mejores películas de Hauer, queremos despedirnos nombrando alguno de los títulos que estuvieron a punto de entrar en esta lista y que no lo hicieron por los pelos.
Hablamos de títulos tan míticos como Clave: Omega (The Osterman Weekend. Sam Peckinpah, 1983), Segundo sangriento (Split Second. Tony Mailam, 1992) o Halcones de la noche (Nighthawk. Bruce Malmuth, 1981). Pero también otras muchas participaciones en papeles más discretos de grandes producciones, así como en películas de bajo presupuesto y serie B.
Y vosotros, ¿qué otras películas de Rutger Hauer añadiríais a la lista?
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