Llega diciembre, llegan los villancicos, los turrones, los regalos y, cómo no, las películas navideñas. Que levante la mano quien no aprovecha para ver alguna película típica de estas fechas, aunque sea sin querer. Porque, todo hay que decirlo, aunque en la tele siempre pongan las mismas películas navideñas, hay algunas que no importa verlas por cuarta, quinta o vigésima vez.
Todas ésas las reunimos hace un tiempo en este otro artículo sobre las películas para ver en Navidad más típicas. Pero sabemos que aquí hay mucho lector cinéfilo que busca propuestas más originales, que se salgan un poco de la norma. Así que, como somos muy obedientes, vamos a tratar de recomendaros un conjunto de películas navideñas que no son las habituales de estas listas.
¿Qué son películas navideñas para nosotros en esta lista?
Pues muy fácil, el criterio que vamos a seguir para elegir las películas navideñas atípicas es, principalmente, que la película se desarrolle durante la Navidad. Con esto solo, podemos considerar que ya es una película para ver en Navidad.
Da igual que las festividades no sean el motivo principal del argumento, o que la película sea una obra tierna para ver en familia y llorar al final. Aquí se nombran, se perciben o se sobreentienden las fiestas navideñas y con eso ya tenemos la excusa perfecta para encajarla en esta lista de películas sobre la Navidad.
Así que aquí van. Preparen el reproductor, denle a play y a disfrutar de estas películas navideñas no tan comunes en las listas, pero igualmente disfrutables.
La jungla de cristal (Die Hard. John McTiernan. 1988)
Vale, empezamos por una fácil, que mucha gente se podía imaginar, pero que en realidad no es tan festiva. La jungla de cristal, así como cada una de sus secuelas, es una película perfecta para ver en Navidad por muchos motivos.
El primero, porque sin ser una película de arte y ensayo, es tremendamente entretenida, incluso tanto tiempo después. Da igual las veces que se haya visto. Todos estamos con John McClane y seguiremos estando el tiempo que haga falta. Y las secuelas que hagan falta. ¡Yipikayei!
El día de la Bestia (Álex de la Iglesia. 1995)
El toque hispano en esta lista lo va a poner El día de la Bestia, probablemente, la película más conocida de Álex de la Iglesia. Estrenada a mediados de esa década tan ingeniosa para determinado tipo de cine en España como fueron los noventa, y protagonizada por Álex Angulo y Santiago Segura, nos encontramos ante un cine puro, rudo y lleno de humor negro.
Tan contraria a la Navidad, blanca Navidad, los protagonistas solo se mueven en entornos oscuros, nocturnos y tétricos. El cura vestido de negro, el heavy vestido de negro y, lo que se supone que va a suceder, el nacimiento de la bestia, que es lo que tienen que evitar.
Trading Places (Entre pillos anda el juego. John Landis. 1983)
Los años ochenta dieron lugar a un tipo de comedias muy particulares, muchas de ellas herederas del humor tan vigente del SNL. Entre pillos anda el juego (vaya traducción más castiza, la verdad) es un paradigma de esto, con John Landis tras la cámara y unos protagonistas tan de la época como Dan Aykroyd y Eddie Murphy.
El resultado es un guion que puede parecer más inocente de lo que es realmente y una película que consigue entretener a los espectadores de un modo muy eficaz gracias al equilibrio de sus gags y su ritmo ágil en el desarrollo de la historia.
Viviendo sin límites (Go. Doug Liman. 1999)
El humor en las películas fue evolucionando hacia un tono más oscuro, prácticamente negro, a finales de los noventa. Y daba igual que la época en la que se ambientaran las historias fuera la Navidad. De hecho, casi era mejor. Y, si se mezclan unas historias con pizcas de comedia, thriller y demás, receta perfecta.
Viviendo sin límites sigue sin ser una película de referencia en ninguno de los géneros que aborda, incluso décadas después. Pero tampoco es que lo pretendiera. Sí se puede decir que roza el estatus de culto para algunos de los que eran adolescnetes en aquella época y, por supuesto, que dio un empujón tanto a su director como a algunos de sus protagonistas. Además, no ha envejecido tan mal.
Navidades negras (Black Christmas. Bob Clark. 1974)
Bob Clark hizo años después una película navideña que para muchos es una película de culto que se llamó Historias de Navidad. Lo que pocos conocen o relacionan es que casi una década antes también se acercó a las fiestas navideñas, pero con un género opuesto a lo familiar y entrañable.
En serio, los años setenta no sirvieron solo para que la gente muriera en un viernes 13 o en Halloween. De hecho, aquí las fechas son las navidades y las víctimas son unas jovenzuelas inocentes de una fraternidad, entre las que se encuentra, por cierto, la recientemente fallecida Margot Kidder.
Feliz Navidad, Mr. Lawrence (Merry Christmas, Mr. Lawrence. Nagisa Ôshima. 1983)
Para hacer una lista de películas navideñas que no sean las típicas de siempre tampoco hace falta ceñirse en exclusiva al humor negro o al terror. Un ejemplo lo tenemos con este otro título, Feliz Navidad, Mr. Lawrence.
Protagonizada por David Bowie, la historia se centra en un campo de prisioneros japonés en la Segunda Guerra Mundial y de cómo chocan los valores nipones con los valores occidentales. Atentos a un joven Takeshi Kitano, que puede hacer las delicias de los amantes del genio asiático. Y sí, es una película bonita y con un mensaje muy navideño, por si os lo preguntáis.
Los fantasmas atacan al jefe (Scrooged. Richard Donner, 1988)
Injustamente despreciada en los últimos años, y con un título en inglés mucho más acertado que la traducción en español, estamos aquí ante una divertida y actualizada historia de Mr. Scrooge.
Protagonizada por Bill Murray y dirigida por un Richard Donner en pleno auge por su Arma letal –que también podría entrar en esta lista–, es una película muy entretenida, muy navideña y, por desgracia, un clásico televisivo que ya no se suele emitir en estas fechas. Pero volverá a estar de moda, lo auguramos.
Gremlins (Joe Dante. 1994)
Ésta puede ser una película navideña típica para los nacidos entre los setenta y los ochenta. De hecho, hasta hace unos años, no era raro incluirla en las listas de películas para ver en Navidad como el aporte gamberro, incluso sintiéndose uno un poco Stripe.
Pero si está en esta lista hoy en día ya no es solo porque apenas aparezca en las listas de películas navideñas, sino porque ya la podemos considerar todo un clásico del cine navideño, del cine de culto y de todo ese compendio de películas de los años ochenta que hicieron las delicias de los más jóvenes y ahora lo siguen haciendo de sus hijos.
Un cuento gamberro de Navidad (Rare Exports. Jalmari Helander. 2010)
Papá Noel, Santa Claus, el gordo de los regalos, etc. Se le conoce por muchos nombres, según el sitio en el que vivamos, pero todos sabemos que él procede del norte de Europa, de allí donde el frío da la vuelta y el paisaje es siempre blanco por la nieve.
Pues allí, en Finlandia, se les ocurrió hace unos años hacer esta película un poco gamberra y sí muy original sobre el personaje en cuestión. Eso sí, solo recomendamos esta película para los verdaderos volcados en ver cosas extrañas en cuanto al argumento. Si te preocupa el ritmo y la narración, no tendrás problema en seguirla. Lo único, que te sorprenderán algunas escenas, porque sí es un poco gamberra.
Testigo silencioso (The Silent Partner. Daryl Duke. 1978)
Una película canadiense del movimiento neo-noir al cual Elliot Gould se encuentra muy vinculado. Un robo, un hombre despistado y un ladrón psicópata que, sin duda, te recordarán que no todo lo que pasa en Navidad es regalos, comida y diversión.
Es un clásico del cine negro que mantiene una historia consistente con excelentes actuaciones. Además, nos permite ver a un John Candy al inicio de su carrera, lo cual es una adición agradable al ver este film tan oscuro. Sin duda, una Navidad atípica para los protagonistas de la historia, pero perfecta para nuestra peculiar lista.
Batman Vuelve (Batman Returns. Tim Burton. 1992)
Tim Burton regresa con esta historia de Bruce Wayne, pero esta vez con la interesante adición de dos archienemigos: el misterioso Pingüino y la sexy Catwoman, amor imposible de Batman, interpretados por Danny de Vito y Michelle Pfeiffer. Esta película es de las que desmienten eso de que las segundas partes nunca son buenas.
Ambientada en la festividad decembrina de Ciudad Gótica, con crímenes que incluyen el secuestro de la reina de la Navidad y miles de murciélagos saliendo del arbolito. Es un film especial para aquellos que ya están aburridos de los villancicos y los finales felices y, cómo no, una de las películas navideñas que no pueden faltar en la videoteca de los cinéfilos de verdad.
Agradecimiento especial para Nomecuenteslapeli por su ayuda en la elaboración de este artículo.