Películas para ver el Día de la Madre

El día de la madre es un día muy propicio para pasar en familia o, si no se puede, para recordar a aquellas que nos han traído a la vida. Y aunque son muchas las maneras para agradecerles tal hecho, aquí vamos a optar por una muy cinéfila, que no es otra que compartir una serie de películas para ver el día de la madre.

Propondremos títulos para todos los gustos y estilos, porque no a todas las madres, ni a nosotros mismos, nos atraen las mismas películas. Las habrá más conocidas, menos conocidas, más tiernas, más cómicas, más antiguas, más modernas, más alternativas y, cómo no, más de culto, pero seguro que alguna de ellas será una buena idea para ese día.

Películas para ver el día de la madre reales y clásicas

Digamos que hay películas que pueden parecer típicas, por su temática, porque cuentan historias bonitas, de madres entregadas e, incluso, basadas en hechos reales. De éstas podemos proponer algunas que ya son clásicos, como No sin mi hija (Not Without My Daughter. Brian Gilbert, 1990), El aceite de la vida (Lorenzo’s Oil. George Miller, 1992), Erin Brockovich (Steven Soderbergh, 2000), o más recientes, como Un sueño posible (The Blind Side. John Lee Hancock, 2009) y El intercambio (The Changeling. Clint Eastwood, 2008). Suelen funcionar, sí, porque son dramones que las madres disfrutan, más aún cuando piensan que están inspiradas en historias reales, aunque no son las favoritas del Pelicultista ni mucho menos.

Bajando un pequeño escalón, que es pasar a historias ficticias, hay otros títulos verdaderamente dignos para esta fecha. Desde la poco recordada Alicia ya no vive aquí (Alice Doesn’t Live Here Anymore. Martin Scorsese, 1974), a otras como La fuerza del cariño (Terms of Endearment. James L. Brooks, 1983), o Magnolias de acero (Steel Magnolias. Herbert Ross, 1989). Siguen siendo dramones y, también, suelen figurar entre las favoritas de muchas madres.

Pero también podemos elegir otras películas que no provoquen tanto rechazo entre los jóvenes que quieran compartir un momento cinéfilo con sus madres. Nos alejamos de esos melodramas y nos acercamos a un tono más ameno, como la tan premiada Forrest Gump (Robert Zemeckis, 1994), o la maravillosa Good Bye, Lenin! (Wolfgang Becker, 2003)

A muchas madres también les van los musicales cuando se sientan en el sofá para ver una película. Propongamos uno más clásico, pero infalible, como Sonrisas y lágrimas, o, si ya está demasiado visto, uno más moderno y vivaz, como Mamma mia (Phyllida Lloyd, 2008).

Luego, por supuesto, habrá muchas que sean madres jóvenes y quieran compartir una película con sus hijos pequeños. Verdaderos clásicos de la animación, como Dumbo (Ben Sharpsteen, 1941) y Bambi (David Hand, 1942), o uno de los éxitos más recientes: Brave (Mark Andrews, Brenda Chapman, Steve Purcell, 2012).

Películas sobre madres que se salen de lo habitual

Pero, como buen Pelicultista, y para los lectores más pelicultistas, las propuestas personales de películas para ver el día de la madre van a ser un poco más alternativas. Dos títulos de los últimos años que, a pesar de su producción independiente, han tenido un reconocimiento considerable son Juno (Jason Reitman, 2007) y Los chicos están bien (The Kids Are All Right. Lisa Cholodenko, 2010). Ninguna de ellas os va a defraudar.

Pero si queréis películas para el día de la madre que sean de culto, también las hay. Para empezar, una muy poco conocida y protagonizada por Bette Davis: El aniversario (The Anniversary. Roy Ward Baker, 1968). Siguiendo con este tono negro, Roger Corman nos ofrece su mítico clásico Mamá sangrienta (Bloody Mamma, 1970) que, por cierto, también está basado en hechos reales, pero no es muy compatible con las antes enumeradas. Más gore aún es El día de la madre (Mother’s Day. Charles Kaufman, 1980), tirando un poco incluso a la serie B que tanto gusta por aquí. Y, tampoco nos olvidamos de la aportación de John Waters para esta lista: Los asesinatos de mamá (Serial Mom, 1994).

Para terminar, voy a dejaros un título que puede tener un poco de muchas de las anteriores. Es una película de culto, basada en hechos reales, sobre las relaciones de una madre con sus hijos adoptivos. Lo que pasa es que esa madre es Joan Crawford, una de las actrices más importantes de la historia del cine, a la que aquí interpreta Faye Dunaway, y se basa en un libro que escribió una de las hijas adoptivas. Se llama Queridísima mamá (Mommie Dearest. Frank Perry, 1981), y aunque no tuvo ningún éxito por las fechas de su estreno, en 1981, ha tenido ese pequeño y escalonado recorrido hacia el culto como muchas otras. Hoy en día es admirada por ese sector cinéfilo que busca y encuentra joyas ocultas en las videotecas y bases de datos, a pesar de que sigue entrando en las nominaciones a los Razzies cada cierto tiempo.