Regreso al futuro (Back to the Future) es una de las películas más queridas por toda una generación de cinéfilos. Estrenada en 1985, la época dorada del cine de entretenimiento por excelencia, y con un guion repleto de aventuras, humor y ciencia ficción, supuso un gran éxito de taquilla y un tremendo reconocimiento social. Tanto es así que, siete lustros después de su estreno, todavía se mantiene en plena forma y aprecio.
¿Qué nos cuenta Regreso al futuro?
Marty McFly (Michael J. Fox) es un adolescente arquetípico de los años 80. Un chico animado, dinámico, con su monopatín pegado a los pies y muy encariñado con su simpática y guapa novia, Jennifer (Claudia Wells). Además, tiene un amigo un poco excéntrico, el doctor Emmet Brown (Christopher Lloyd), un científico un poco alocado, pero tremendamente divertido.
Para equilibrar esa adolescencia perfecta, que no todo iba a ir sobre ruedas, nos encontramos con que la familia de Marty no es demasiado entrañable. Los señores McFly no son la pareja más feliz y compenetrada del mundo, con un padre amargado (Crispin Glover), que siempre sufre los abusos de su jefe, Biff Tannen (Thomas F. Wilson), y una madre (Lea Thompson) más amargada aún y bastante alcoholizada. Normal, entonces, que Marty pase tanto tiempo fuera de casa con su novia y amigos.
Una de esas noches típicas en las que el ambiente en casa no es el más divertido, Emmett cita a Marty para enseñarle su último invento: un coche con el que pueden viajar en el tiempo. Pero, mientras llevan a cabo el experimento, sufren un ataque de unos terroristas y el doctor queda malherido. Marty consigue escapar con el coche, pero termina viajando involuntariamente hasta 1955, treinta años antes de la fecha actual.
Allí, Marty tendrá que encontrar a un Emmett más joven que le ayude a regresar al su tiempo, aunque también tendrá que lidiar con sus padres, a los cuales conoce cuando están terminando el instituto. Eso sí, hay una gran dificultad para que Marty culmine con éxito esta misión: no puede hacer nada que altere lo que suceda en el futuro (presente), porque su propia existencia estará en peligro.
¿Qué tiene Regreso al futuro para gustar tanto?
La propuesta de Regreso al futuro resultó bastante sorprendente en su momento. La idea de viajar en el tiempo es una fantasía que a todos nos ha fascinado desde tiempos inmemoriales.
De hecho, en los años anteriores al estreno de Regreso al futuro, y coincidiendo con la época en la que se empezó a desarrollar el guion, se produjeron títulos interesantes como En algún lugar del tiempo (Jeannot Szwarc, 1980) o El final de la cuenta atrás (Don Taylor, 1980). Pero tanto una como la otra tienen un tono mucho más dramático y adulto que Regreso al futuro. Tampoco otras películas más antiguas que tratan el tema lo abordan de este modo, sino de una manera también más formal o con propuestas demasiado encerradas en la ciencia ficción más que en las aventuras.
Muchas de las comedias juveniles de los 80 que estaban pegando fuerte resultaban bastante picantes en términos sexuales. Algunas, como Porky’s (Bob Clark, 1982) o Despedida de soltero (Bachelor Party. Neal Israel, 1984) habían sido éxitos importantes, y los grandes estudios buscaban aprovechar este tirón.
Pero ninguna de estas películas ochenteras de adolescentes ha conseguido permanecer tanto como Regreso al futuro. Esto se debe a que sus temas son mucho más banales y superficiales. Y, cuando nos sentamos y vemos las aventuras de Marty McFly, sentimos un deseo irrefrenable de ser ese protagonista. ¿Quién no ha fantaseado con viajar en el tiempo, conocer a sus padres con su misma edad y participar en un momento tan importante como el nacimiento del rock and roll?
Más allá del morbo…
Pero, yendo un poco más allá de ese morbo de conocer a tus padres de joven y de mostrarle al mundo lo que es un solo de guitarra por primera vez, Regreso al futuro cuenta con otros muchos factores que propiciaron su éxito y siguen funcionando.
El protagonista, tal y como empezaban a construirse en esos años 80, a pesar de ser héroe, tiene sus pequeñas debilidades. Es muy parecido a todos nosotros y tiene aspiraciones similares a la mayoría de la gente de su edad. Tiene novia, un grupo de rock, no comprende a sus padres y, sobre todo, se siente incapaz de cambiar para mejor aquellas cosas que no funcionan en su vida.
El viaje al pasado le ofrece la llave para hacerlo, y aquí está la magia de la historia. Piénsalo: viajar atrás en el tiempo, sabiendo lo que sabes ahora, te da un gran poder, casi tan grande como el de un dios, ya que juegas con ventaja sobre el resto de los participantes y, además, tienes la capacidad de influir sobre lo que suceda a posteriori.
En Regreso al futuro tampoco faltan otros elementos habituales en el cine de entretenimiento de los 80. Es decir, la combinación equilibrada entre acción, momentos de drama y suspense y, por supuesto, humor.
El reparto de Regreso al futuro
En esto, la elección de Michael J. Fox resultó clave. A pesar de ser la opción principal para el papel de Marty, sus compromisos televisivos hicieron que Robert Zemeckis y Bob Gale, se decantaran por Eric Stolz. En realidad, no era una mala elección, pero había algo en él que fallaba, sobre todo en lo referente a su vis cómica y a esa chispa de adolescente travieso que se necesitaba aquí.
Solo hay que pensar en el personaje de Fox en otra película de ese mismo año, De pelo en pecho (Teen Wolf. Rod Daniel, 1985), y entenderemos que mucha gente ya tenía a este actor encuadrado en un rol muy concreto.
Sobre los demás actores, aunque muchos de los rostros, por no decir casi todos, han quedado como míticos en el imaginario cinéfilo de esas décadas, creo que hay que destacar especialmente al carismático Christopher Lloyd, que supo crear y transmitir un tipo de científico loco y extravagante al que todos querríamos tener como mejor amigo.
Es llamativo el caso de Claudia Wells, que no pudo aparecer en las siguientes películas de la saga, debido a problemas familiares, y que fue sustituida por una Elizabeth Shue que resultaba una apuesta segura y que se hizo con el cariño de los espectadores sin dificultad.
Recepción y crítica de Regreso al futuro
Regreso al futuro fue la película más taquillera de 1985, llegando a multiplicar su inversión en más de veinte veces, y eso que no fue una producción especialmente modesta. De hecho, el despido de Eric Stolz y el hecho de volver a grabar de nuevo todo el material con Michael J. Fox (unas cinco semanas de rodaje) inflaron mucho la inversión inicial. Pero el éxito fue terrible y no solo supuso un gran beneficio económico, sino que catapultó aún más a Michael J. Fox como estrella del momento.
Entre los críticos especializados, las opiniones también fueron muy positivas. La lograda mezcla entre romanticismo, acción y humor era como un imán para un público muy amplio, y algo que pocas películas consiguen transmitir. Tanto fue así que Roger Ebert y alguna otra firma llegaron a comparar a esta producción con alguna cinta del Hollywood más clásico firmada por Frank Capra.
La mayoría de las plumas de la época coincidieron en que esa combinación de elementos fue la clave y que es una fórmula muy difícil de lograr, de ahí el éxito entre una audiencia tan dispar. La confirmación de este argumento se vio cuatro años después, cuando salió la segunda parte, y también en 1990, con la tercera. Son películas buenas y entretenidas, que gustan igualmente a los fans de la primera, pero que no consiguen llegar tan alto como ésta.
Regreso al futuro después de su estreno y en la actualidad
Las ediciones en formato casero de Regreso al futuro tardaron en salir un tiempo, aunque lo hicieron con las fechas precisas para mantener las expectativas sobre la secuela tan ansiada.
Igualmente, sus pases en televisión resultaron muy exitosos, algo que todavía se puede percibir. Y es que, a pesar de haber transcurrido ya más de tres décadas desde el estreno de la tercera parte, cualquier emisión de éstas en un canal televisivo atrae a miles de espectadores y también son propuestas muy interesantes en las plataformas actuales. De hecho, no es extraño que tanto en programaciones como en planes personales se propongan maratones con las tres películas seguidas.
En los momentos en los que estoy escribiendo esto, todavía no se ha hablado formalmente de ningún remake, reboot o adaptación de Regreso al futuro. Y, la verdad, no me importa nada que esto siga así. Lo contrario, es probable que solo sirva para decepcionar a los que la tenemos entre las películas favoritas de nuestra infancia y juventud.
Además, cada vez que las ponen hay algo que te deja ahí enganchado y que impide cambiar.
Gran saga con la que crecimos y que por supuesto forma parte de nosotros.
Muy de acuerdo, Carlos! A mí me pasa lo mismo.
Es una de las películas que más he visto con diferencia. Si no la he visto al menos 30 veces es que no la he visto ninguna y como bien dice Carlos, cuando la ves en televisión te deja hipnotizado. También es una de las culpables de mi gran afición al cine. Saludos compañero.
Yo tampoco sabría decir cuántas veces la he visto, y serán muchas más si le sumo las veces que he visto las secuelas. Son películas imprescindibles en mi archivo.