Aún recuerdo la primera vez que oí hablar de Reservoir Dogs. Fue al poco de su estreno, allá por 1992, en un programa del plus. Lo primero que pensé fue: “¿a quién coño se le ocurre poner un nombre tan hortera a una película de matones?

Algo similar pensé al escuchar el nombre de Quentin Tarantino, director, guionista y actor en la película. Tal vez yo fuera muy joven, pero el nombre me sonaba algo cómico, y su cara también, y pensé que los elogios hacia la película y hacia este desconocido director eran algo pretenciosamente exagerados.

reservoir dogs poster

Pero, entonces, lo hicieron. Le dieron al play y yo empecé a ver una escena que ya está en los anales del cine: Michael Madsen, un pobre poli torturado y una de las canciones más significativas del cine de las últimas décadas: Stuck in The Middle With You.

Sí, fue una manera tonta de engancharme, porque lo que me llamó la atención poderosamente era esa canción que yo no había escuchado antes. Pero también tontamente me quedé enganchado al baile, a las palabras que decían, y a la crudeza de la escena en general. Era dura, pero yo quería más. Me sentía culpable, pero, qué coño, estaba disfrutando de la soltura con la que me brindaban tanta violencia.

Cuando más tarde vi la película entera me sucedió lo mismo. Desde el comienzo de la misma, las sensaciones se repitieron. Y había otra canción aún mejor, que era la que iba en los créditos iniciales: Little Green Bag.

Desde ahí ya no me pude despegar de la butaca. Rápidamente supuse que el tipo del nombre cómico era un tipo con muy buen gusto musical, y también con una peculiar manera de contar las historias. La película tenía un sabor extraño, a sangre elegante y desordenada, que al principio choca en el paladar cinéfilo, pero rápidamente puede provocar algo parecido a la adicción.

Los personajes eran unos tíos chungos, muy reales, y con unos nombres que todos hemos imitado o elogiado en distintos momentos de nuestras vidas. Todos se llamaban Señor y se apellidaban con el nombre de un color. Tarantino era el Señor Marrón, pero su papel era bastante menor. A partir de ahí los nombres de los actores crecían, como también lo hacían sus personajes, todos rompedores y novedosos. Harvey Keitel era el Señor Blanco, Tim Roth el Señor Naranja, Michael Madsen el Señor Rubio, y Steve Buscemi el Señor Rosa. ¿Por qué él el Señor Rosa? Por maricón, ¿vale?

reservoir dogs keitel tarantinoY la historia iba de algo así como un robo de unos diamantes, pero justo saltándose lo del robo. Vamos, que iban al antes y al después, aunque a veces el después iba antes que el antes, y viceversa. No importaba, porque se entendía todo perfectamente, y la narración estaba bien nutrida con esas músicas, esos personajes y esos diálogos.

Por todo esto, Reservoir Dogs se convirtió en un punto de referencia para el cine. En principio, para el independiente, aunque tampoco lo era tanto por su presupuesto, pero su estilo no dejaba de parecer mucho más de autor que de gran estudio. Y ahora, aunque haya gente que siga sin entender qué significa Reservoir Dogs, porque las teorías al respecto son varias, lo que es seguro es que nadie piensa que Quentin Tarantino es un nombre de alguien a quien no hay que tomar en serio.

2 comentarios

  1. jp dice:

    Una gran fusión entre el cine y la música

  2. Hemos Visto dice:

    Una película durísima de Tarantino, eso sí, con unos diálogos que te ponen los pelos de punta. Potente y original, aunque debemos asumir que no es apta para todos los públicos.
    Para mí, una película notable.

    Hemos Visto
    http://hemosvisto.blogspot.com

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