Tiempos modernos

Tiempos modernos (Modern Times) es una película escrita y dirigida por Charles Chaplin en 1936. También fue Charles Chaplin el encargado de protagonizar Tiempos modernos, en compañía de Paulette Goddard y Henry Bergman.

A pesar de que Tiempos modernos se estrenó en 1936, cuando ya habían pasado unos años de la irrupción del cine sonoro, no es una película que se pueda encuadrar estrictamente en este tipo de cine, aunque tampoco lo deberíamos hacer dentro del cine mudo si queremos ser justos. Realmente, los protagonistas no tienen diálogos, pero sí que se incluyen determinados efectos sonoros, provenientes de las máquinas de la fábrica, o música y voces que surgen de las radios que hay en la escena. Pero esto, en el fondo, no termina de ser influyente en el desarrollo de la historia ni tampoco en la comunicación del mensaje que quería transmitir y que, por su temática, podría parecer complicado de entender por los espectadores sin la presencia de diálogos.

Lo verdaderamente importante de Tiempos modernos es, en efecto, el tema y el mensaje que trata, tan relevante en esos tiempos que hoy ya no parecen modernos en la estética, pero tan modernos como los de ahora en cuanto a reivindicaciones sociales y laborales de las clases más bajas. Ciertamente, esto hace que Tiempos modernos se aleje de la comedia clásica de Chaplin, aunque éste no renuncia al humor, en favor de una crítica al sistema capitalista que, en los años de entreguerras y sobre todo tras el crack del 29 en Estados Unidos, había ocasionado muchos problemas a la clase obrera.

Pero también hay que ser justo con Tiempos modernos, y es que, aunque esta crítica exista, no es tan profunda ni se corresponde como muchos han querido ver y analizar, y ni el mismo Chaplin se veía identificado con todo lo que se llegó a reivindicar respaldándose en la película, que intentaba ser más optimista o positiva de lo que se puede pensar al leer el argumento.

Chaplin interpreta aquí a un obrero que no es capaz de habituarse a la mecanización y modernización de los sistemas de montaje en una fábrica, y termina volviéndose loco. Al salir del hospital, las casualidades hacen que lo detengan pensando que es un revolucionario, y en la cárcel, otra vez por casualidad, consigue ser liberado. Pero su destino, como obrero y perteneciente a la clase baja, es sobrevivir, y finalmente es lo que busca en compañía de una joven (Goddard).

Tiempos modernos está considerada hoy en día como una de las películas más importantes e influyentes en la carrera de Chaplin. Sin ninguna duda, es una de las más maduras, y la visión de la sociedad y la vida de esos años se nos muestra de una manera muy sutil e inteligente a través de sus imágenes. En Estados Unidos no tuvo un gran éxito en taquilla, aunque sí de crítica, pero aún así, las recaudaciones conseguidas en otros países, sobre todo en Europa, hicieron de esta producción un proyecto rentable para Chaplin.

Tiempos modernos es una película imprescindible para todos los amantes del cine, para todos los curiosos sobre la filmografía de los años 30 y, cómo no, obligadísima para los amantes del cine de Chaplin. Muchas de sus escenas en la fábrica, que en el fondo resultan bastante cómicas, ya son parte esencial de la historia del cine y aunque no hayamos visto aún Tiempos modernos, las reconocemos en nuestra memoria.