El problema del Trabajo basura es algo que siempre nos ha preocupado, pero, en los tiempos que corren, mucho más. El cine, como arte y como expresión de las situaciones corrientes es un medio muy eficaz y, sobre todo, cuando da en el clavo, tremendamente universal.
Por eso, aunque la película ya tenga unos añitos, la situación que vive Peter Gibbons (Ron Livingston) y su respuesta, es algo en lo que muchos de nosotros nos podemos ver reflejados, ahora, antes y después. En efecto, Mike Judge da en el clavo aquí, con su estilo y tono personal, reflejando unas vivencias que, con crisis o con bonanza, suceden continuamente, ya sea por las ansias de una parte o por las de otros.
Peter trabaja en una empresa, relacionado con temas informáticos y de bases de datos, con otros compañeros que, más o menos, tienen las mismas inquietudes que él, que no dejan de ser las de una persona normal, de clase media, y que tienen encima de ellos más jefes que tareas que resolver.
Pero, tras una experiencia semi mística con un hipnoterapeuta, Peter llega a la conclusión de que su deber es actuar según lo que le convenga para ser feliz. Sin mirar hacia ningún lado, sin atender a ninguna de sus responsabilidades, sin tener miedo. Es decir, hace lo que le apetece, de manera tranquila, sin ningún tipo de agobio ni complejo. Vamos, que le echa un par, como todos hemos deseado hacer alguna vez y nunca nos hemos atrevido.
Y, más o menos, eso es lo que también hace Judge tras las cámaras, retratando de manera tópica, sin caer en tremendas exageraciones, y con un punto muy sarcástico. Grandes personajes que, con ese toque tan único logra llevar y logran retratar Gary Cole y Stephen Root, penetran en nuestro punto cerebral de la risa. Y, por no desentonar en lo que eran las producciones más independientes de esos años y que eran lo que le molaba a una protofamosa entonces Jennifer Aniston, también hace algo de gracia su personaje, sobre todo porque, sin el toque suave del protagonista, también sabe reflejar lo que es estar hasta las pelotas de las chorradas ineficaces e ineficientes en los puestos de trabajo.
Sí, sé que Trabajo basura (Office Space) no es la película más conocida del mundo, y que, excepto algunos aficionados al cine más alternativo de finales de los noventa, apenas nadie la habrá visto, sobre todo en las exhibiciones comerciales europeas. Pero creo que es un título que merece la pena recordar, recomendar para pasar un buen rato y, sobre todo, adorar por sus épicos momentos y personajes, porque los tiene.
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